Bilbao. "La comunidad universitaria necesita, y más aún en tiempos de crisis, un pacto político perdurable que le permita trabajar sin distracciones". Esa es la principal reclamación, hecha al unísono, por los rectores de las tres universidades vascas reunidos ayer en la celebración del primer Simposio Unibasq sobre la Calidad del Sistema Universitario Vasco, organizado por la Agencia de Calidad del Sistema Universitario Vasco (Unibasq) en Bilbao. "Es muy difícil seguir construyendo Universidad cuando estamos expuestos, como de hecho sucede, a que cualquier ministro o ministra nos quite el suelo sobre el que estamos trabajando a fuerza de reales decretos", explicó gráficamente Iñaki Goirizelaia, rector de la Universidad del País Vasco, en referencia a los cambios que el Ministerio proyecta implantar en base a las conclusiones que alcance la comisión de expertos.
Goirizelaia coincidió con Jaime Oraá, máximo responsable de la Universidad de Deusto, quien sentenció: "Yo llevo diez años como rector y en ese tiempo he conocido seis ministros y ministras de Educación. Eso es intolerable en un ámbito como el universitario que tiene que rendir cuentas ante la sociedad, aunque el responsable final de su formación sea el propio alumno". Por su parte, el viceconsejero de Universidades del Gobierno Vasco, Pedro Luis Arias, comentó: "Es cierto que hace falta una estabilidad normativa". No obstante, Arias apuntó en la mesa redonda sobre calidad educativa que en la universidad hay que perder de vista la mentalidad de que si el alumno fracasa es porque ha trabajado poco. "Pensar así no nos ayuda en nada, desde la universidad tenemos que procurar siempre que la experiencia educativa sea lo más satisfactoria posible", dijo. En este sentido, el rector de Mondragon Unibertsitatea, Iosu Zabala, aseguró que "cuando un alumno fracasa hay que plantearse de quién es la responsabilidad y, desde el momento en que les admitimos, la responsabilidad es nuestra; somos responsables de que esa persona se integre adecuadamente en la sociedad, aportando su potencial y, en este proceso, las agencias de acreditación cumplen un papel fundamental". Guy Haug, experto asesor de la Comisión Europea durante el diseño del programa Erasmus y el proceso de Bolonia y miembro del Consejo de Gobierno de Unibasq, incidió en "el valor añadido que la agencia aportará a la universidad vasca", aunque quiso centrar su atención en los riesgos que ésta deberá evitar, como la burocratización o el localismo, para ser un "instrumento efectivo en el fomento de la innovación, la diferencia y la mejora en la educación".