Vitoria. El alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, sigue de campaña con su partido para asegurarse uno de los escaños del futuro Parlamento Vasco. En esa tesitura, ayer presentó en las redes sociales un decálogo de medidas que, según sus palabras, defenderá en la Cámara autonómica para evitar que las ayudas sociales se conviertan para algunos "en un estilo de vida permanente". En esa particular cruzada, el primer edil se compromete a evitar que los delincuentes cobren los subsidios, salvo aquellos condenados por infracciones de tráfico que no hayan acabado en muerte o invalidez. Asimismo, el líder conservador luchará por aumentar a un mínimo de cinco años el plazo de empadronamiento exigido para cobrar las ayudas y por establecer un máximo de dos años para el cobro de las mismas para los perceptores en situación irregular.

Después, Maroto también aboga por eliminar "el uso fraudulento del sistema sanitario impidiendo el intercambio y falsificación de las tarjetas sanitarias de Osakidetza". En la misma línea, la cabeza visible del Partido Popular gasteiztarra defenderá que los perceptores que vivan solos, a excepción de los pensionistas, no podrán recibir una ayuda por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Además, "evitaremos que quien rechace una oferta de trabajo, sin causa justificada, pueda seguir cobrando ayudas sociales".

No contento con lo anterior, el alcalde de Vitoria propugna que los beneficiarios de subsidios y similares, a excepción de personas mayores o con discapacidad, deban realizar trabajos para la comunidad. Además, a su juicio, se debería poder solicitar sin previo aviso que los perceptores se personen físicamente en Lanbide para que acrediten que realmente viven aquí". Además, estos deberán asumir "nuestro ordenamiento jurídico, incluido el principio de igualdad entre hombres y mujeres". Por último, "propondremos luchar contra los empresarios que favorecen el fraude al emplear a perceptores de ayudas sociales sin hacerles contrato".