oion. "Un niño con TDHA es muy sensible, muy inquieto, muy movido, pero muy bueno, muy especial". Una definición más simple es imposible sobre esos niños que están en babia o los culos de mal asiento que mantienen estos comportamientos porque no se les ha diagnosticado como aquejados de déficit de atención o hiperactivos y, en consecuencia, se desarrollan casi como unos seres marginales mientras sus familias sufren un estrés insoportable.

Afortunadamente, los médicos de familia son cada día más conscientes de esa situación y van derivando hacia los especialistas a estos niños con resultados muy positivos. Pero ésa no es la única ayuda. También están las asociaciones, como la de Oion, que además de ofrecer apoyo, van a los colegios e institutos para hablar con el profesorado, instruirles sobre el TDHA y recabar su colaboración porque esos niños, cuando se les dedica un poco más de atención, son hasta brillantes en los estudios y en su vida personal.

La Asociación de Familias con Niños y Adolescentes con déficit de atención e hiperactividad de Oion celebró el viernes una charla y hoy cerrará la semana del TDHA con una degustación de chorizo asado. Creada hace un año, tiene en estos momentos doce familias, "pero son muchos más los casos en Rioja Alavesa, que están todavía sin tratamiento, sin salir a la luz.", según advierte su presidenta, Anouska. En este caso, la existencia de una asociación es muy importante, porque sirve para compartir ayuda, fomentar la comprensión del problema y restar estrés a los comportamientos diarios de los afectados.