vitoria. A pesar de su gravedad, el trastorno bipolar (TB) es una enfermedad para la que existe tratamiento, basado en la combinación de tratamiento farmacológico y psicoeducación.
Entre los medicamentos empleados para tratar el TB se encuentran los estabilizadores del ánimo como el litio y algunos anticonvulsivantes, y los antipsicóticos.
Según explica el doctor Francesc Colom, director del Área de Psicoeducación y Tratamientos Psicológicos, Programa de Trastornos Bipolares en IDIBAPS, Hospital Clínic de Barcelona, la psicoeducación es un tratamiento que desempeña una función preventiva. Se hace en grupo, y trata de dar al paciente herramientas para manejar mejor su enfermedad y convivir con ella".
La psicoeducación realiza una importante labor preventiva."En las sesiones de psicoeducación el paciente aprende a aceptar mejor su enfermedad, a manejar los fármacos que deberá tomar de por vida, a identificar a tiempo los episodios de su enfermedad, a cambiar determinados hábitos que le serán nocivos para su enfermedad, a manejar el estrés o a enfrentarse al estigma, por ejemplo", recalca el especialista catalán.
consejos La terapia consta también de consejos sobre estilo de vida -como hacer ejercicio de manera regular y planificar actividades de ocio, que aporten un sentido de logro-, asesoramiento dietético y hábitos adecuados de descanso y sueño. En opinión del doctor Colom la psicoeducación es importante porque "siempre en combinación con los fármacos, es un tratamiento que permite que el paciente bipolar recupere el control de su vida, tenga menos episodios (la mitad, según nuestros estudios) y mucho más breves (un 75% más cortos), con lo que se recupera mucha calidad de vida y ahorra mucho sufrimiento. "Y no sólo sufrimiento: hemos demostrado que la psicoeducación en los trastornos bipolares nos sirve para ahorrar costes, ya que reducimos al mínimo los ingresos hospitalarios y las visitas urgencias. No sólo es eficaz, también es rentable", apostilla el especialista.
coste social En tiempos de crisis económica este tema no es menor ya que el 50% de los pacientes con trastorno bipolar I requiere hospitalización en algún momento de su vida, con una estancia media de 22,9 días. "Este trastorno es un importante y subestimado problema de salud en Europa. Los costes derivados de la enfermedad son no solo indirectos -los asociados a la comorbilidad como suicidio, muerte prematura y desempleo-, sino también directos, entre los que se hallan las hospitalizaciones necesarias durante algunos de los episodios de la patología", explica con conocimiento de causa Francecs Colom.