Vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, anunció ayer que la capital alavesa ha denegado a la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, Shesa, el permiso para excavar dos pozos en la localidad de Subijana con el fin de testar la viabilidad de extraer gas natural del subsuelo alavés mediante la controvertida técnica del fracking. El anuncio de Maroto hacía referencia a la firma por parte de la concejal de Medio Ambiente del Consistorio, Idoia Garmendia, de la orden que pone fin al trámite administrativo en torno a estos dos pozos, una rúbrica que se produjo hace casi mes y medio, el 9 de agosto, y a la que ha tenido acceso DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA.
Garmendia ratificaba entonces la negativa del Ayuntamiento, dada a conocer por este periódico hace más de cuatro meses, el 8 de mayo, a otorgar la licencia de actividad a Shesa, toda vez que la sociedad pública rechazó aportar la abundante documentación que le requirió el Centro de Estudios Ambientales de la ciudad ante las dudas que el fracking despierta entre los técnicos municipales.
Ese informe del CEA acabó con aquellos pozos exploratorios. Shesa mantuvo sus argumentos y repitió el 8 de agosto que son los ministerios de Industria y Medio Ambiente los que han de conceder o denegar permisos, lo que en la práctica supone la renuncia, y el 9 Garmendia finiquitó el procedimiento con su firma. Meses antes, el Departamento de Industria había iniciado los trámites para poner en marcha otros dos pozos, a apenas 200 metros de los iniciales, y ése es el punto en el que ahora mismo se ubica la cuestión.
El Gobierno Vasco está a la espera de los permisos del Ejecutivo central, que previsiblemente los concederá, y cuando esto se produzca Shesa deberá de acudir de nuevo al Ayuntamiento en busca de la licencia de obras. En definitiva habrán pasado varios meses, probablemente más de un año, y el proyecto del fracking seguirá en el mismo punto en el que estaba en la pasada primavera.
El informe del CEA, respaldado también por los técnicos de Medio Ambiente de la Diputación, cuyo apoyo en los despachos políticos no es tan claro como en Vitoria, reclamaba toda suerte de información detallada sobre residuos, ruidos, emisiones a la atmósfera, adecuación de caminos, necesidades de agua y otras cuestiones relacionadas con el fracking, exigencias que según Industria no competen al Consistorio. En el Departamento que dirige Bernabé Unda sentó ciertamente mal el paso al frente dado por el CEA, y más cuando Maroto hizo público su apoyo a los técnicos. El anuncio de ayer por parte de alcalde, en ese sentido, se enmarcaba ayer desde el Ejecutivo autonómico en el contexto "de la precampaña".
De forma paralela a la guerra técnico administrativa que han planteado Vitoria y Álava se desarrolla una oposición popular al fracking muy cohesionada, especialmente en el ámbito rural. Una serie de charlas en Vitoria pretenden hacer calar el mensaje también en la capital, de cara a la marcha convocada para el 6 de octubre en la ciudad.