VALLADOLID. Organizado por el Ayuntamiento de Tordesillas, que preside José Antonio González (PSOE), el torneo es el acto central de las fiestas de esta villa, y se celebra de forma invariable el primer martes siguiente a la Natividad de la Virgen (8 de septiembre), dentro de las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Peña.

Numerosas investigaciones, entre ellas las del fallecido británico Julián Pitt-Rivers, han testimoniado el interés antropológico, etnográfico, histórico y social de esta contienda donde, según el reglamento de la misma, el animal puede resultar indultado y declarado vencedor de la misma.

Los participantes en el torneo, a pie y a caballo, acometen al animal con lanzas por riguroso turno, de frente, citando al astado y dejándose ver, lo que a juicio del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) representa una barbarie y una salvajada impropia de una sociedad civilizada e inmersa en pleno siglo XXI, según fuentes de esta asociación.

El PACMA, junto a organizaciones internacionales como la Humane Society International, ha protagonizado hace dos días en Tordesillas una concentración de protesta contra este festejo taurino vinculado al calendario litúrgico y que consideran ilegal, pero que cumple los requisitos exigidos por el Reglamento de Espectáculos Taurinos de Castilla y León.

Una media de entre 30.000 y 40.000 personas, principalmente llegadas desde Castilla y León, pero también de diversos puntos de España, rubrican cada año con su masiva presencia en este municipio, de apenas 6.500 habitantes, la continuidad de un torneo que protagonizará el astado de nombre "Volante", de 622 kilos de peso, cinco años de edad, imponente arboladura y herrado en la ganadería toledana de El Ventorrillo.