Vitoria. La tijera de Rajoy recorta, pero no silencia. Ni siquiera a quienes lucen toga y birrete. La UPV celebró ayer en Vitoria el acto de apertura del nuevo curso sacando pecho de sus logros y plantando cara a la política restrictiva que el PP ha aplicado de forma indiscriminada en las universidades estatales. La de Euskadi ha sido reconocida como una de las 400 mejores del mundo, tiene las cuentas saneadas y sigue creciendo. Por eso, su rector, Iñaki Goirizelaia, está convencido de que no tiene por qué ponerse el traje de austeridad diseñado para todas, traducido en una subida de las tasas y una bajada del presupuesto para becas e investigación. "No puedo compartir las medidas que nos impiden prosperar, simplemente porque en otras administraciones la situación sea tan dramática. No todo vale", espetó.
La crítica a los recortes llegó en la parte central del discurso, acompañada de una cierta alarma. Goirizelaia trató de hacer comprender los efectos de la política de Rajoy con una imagen difícilmente imborrable. "Termina el verano y todos hemos visto imágenes escalofriantes de bosques ardiendo. ¿Saben cuánto tiempo cuesta crear un bosque de robles? ¿Saben lo poco que cuesta perderlo por un incendio? Ese es el riesgo incalculable que estamos corriendo, también, en el campo de la actividad universitaria", afirmó. Estructurar grupos de investigación o servicios docentes de calidad es una labor de años y esfuerzo, pero acabar con ellos cuesta bastante menos. Por eso, el rector solicitó la complicidad de las administraciones vascas: "Ayuden con sus políticas a fertilizar el bosque, porque así fortalecerán el árbol de la ciencia que inspiró a Chillida para diseñar nuestro logotipo".
El lehendakari Patxi López recibió el guiño defendiendo su gestión estos cuatro años en favor de la educación y la investigación. "En un tiempo en el que vemos cómo la práctica totalidad de las comunidades autónomas están recortando de manera significativa los recursos puestos a disposición de sus sistemas educativos, en Euskadi hemos tomado la dirección contraria. Y lo hacemos porque entendemos que es el pilar básico de nuestro bienestar y del progreso futuro", subrayó el mandatario socialista. Su compañera de gabinete y consejera del ramo, Isabel Celaá, se encargó de refrendar el discurso político, echando mano de algunas cifras que demuestran el "apoyo firme" a la UPV, como la subida del 21% de la inversión en becas universitarias o la aplicación de la subida mínima legal de las tasas.
El cristal por el que mira Celaá, no obstante, es muy distinto al que usan algunos agentes sociales. El sindicato STEE-EILAS aprovechó la celebración del acto para advertir de los ataques que sufrirá la enseñanza pública en este curso. Para hacer frente a la subida de las matrículas, aseguró, harán falta 300 profesores más que "no se van a poner", un problema que se ve aún más agravado por las no sustituciones de las bajas -los cuatro primeros días en Primaria y 15 en Secundaria- que "la consejera viene aplicando desde 2010".
Las dificultades, en cualquier caso, no empañan la ilusión de la UPV. El rector aseguró que este centro seguirá desarrollando una política "optimista" por responsabilidad social con la sociedad vasca y para, siendo fiel a sus raíces, seguir extendiendo sus ramas por todo el mundo.