Pamplona/Corella. Otro accidente de carretera volvió ayer a sembrar de luto la jornada. Esta vez fue en Corella, apenas cuatro kilómetros después de haber ingresado en territorio navarro, cuando un matrimonio catalán que circulaba con sus dos hijos pequeños en su peugeot 307 ranchera en sentido sur, a Zaragoza, se salió de la Autopista Vasco Aragonesa (AP-68) a la altura de Corella, se llevó por encima tres metros de bionda y acabó dando varias vueltas de campana en un terraplén anexo a la vía. El turismo quedó finalmente semivolcado en un árbol, que acabó partido por la fuerza del impacto.
En el accidente fallecieron los dos hijos de la pareja, un bebé de apenas cuatro meses llamado Jaime, y un niño de 4 años, de nombre Joan, que viajaban en la parte trasera del coche. La conductora, su madre, Laia Rovira Berger, de 34 años, resultó herida grave y tuvo que ser evacuada en helicóptero hasta el Complejo Hospitalario de Navarra. Los bomberos tuvieron que desatraparla del habitáculo. En el asiento del copiloto viajaba el padre, Sergi Junyent Mestre, de 39 años, que también resultó herido de pronóstico reservado tras salir despedido del vehículo y fue ingresado en el Hospital Reina Sofía de Tudela. Ambos sufren lesiones de importancia pero no corren peligro vital. Todo hace indicar que la familia regresaba a su casa de Esparreguera, localidad de 22.000 habitantes y a 35 kilómetros de Barcelona, después de haber pasado unos días de descanso en el norte. Portaban un equipaje numeroso. El accidente, cuyas causas investiga la Policía Foral, tuvo lugar a las 12.27 horas en el punto kilométrico 205. Se trata de un tramo en ligera subida, recto y con amplia visibilidad, y por las marcas que habían dejado los neumáticos en la carretera, las primeras hipótesis hacen pensar que el turismo dio un giro brusco por algún despiste de la conductora, o porque pudiera haberse quedado dormida. En principio, las señales que dejaron las ruedas se podían visualizar desde el carril más cercano de la mediana hasta el lugar donde se salió el vehículo. El accidente se produjo un poco más adelante del puente que atraviesa la N-113, la carretera de Pamplona a Madrid y el Peugeot 307 quedó junto a un camino en el término de El Fornillo. Los cuerpos de los dos hermanos pequeños fallecidos fueron trasladados al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde les practicaron la autopsia. El padre de los niños, Sergi Junyent, es ingeniero industrial y apoderado de una empresa de energía solar de Esparreguera y su madre, Laia Rovira, posee una farmacia en Martorell (Barcelona).