vitoria. Un garaje que hace aguas. Ésa es la situación a la que se enfrentan la comunidad de propietarios de unos recintos situados en las calles La Baranda, Aramangelu y Félix Alfaro Fournier, en el barrio gasteiztarra de Lakua Arriaga, bajo unas VPO realizadas en cooperativa. Unos problemas de impermeabilización provocan que, sobre todo en días de lluvia o nevadas, se filtre el agua, generando charcos, humedades e incluso riadas, especialmente en el segundo piso de los garajes. El problema se repite desde 2007 y estos ciudadanos han acudido a los tribunales para exigir a la constructora, Gespark Inversiones 2008, que pague el arreglo de estas plazas, que podría superar los 41.000 euros. Un juez ya les ha dado la razón, pero los demandados han recurrido.

Los garajes están situados, en concreto, en las vías La Baranda 22 y 24, Aramangelu 22 y Félix Alfaro Fournier 21 y 23. Se trata de unos bloques de VPO que conforman un edificio en U, de cuatro plantas y dos sótanos, con un patio interior de apariencia ajardinada. Varias constructoras estuvieron implicadas en el proyecto pero, según los demandantes, fue Gespark -que en el momento de la obra tenía otro nombre- la encargada de los garajes.

Este tipo de problemas con el agua ya se han dado en otros espacios de la ciudad, caso del parking de Artium, Santa Bárbara o en Pintor Vera Fajardo, por distintas razones. En el caso de estos garajes situados en Arriaga, ya cerca de la avenida del Zadorra, es que acumulan filtraciones y humedades que, según los vecinos, se agravan en días de lluvia o nieve. Y, si se hicieron con las llaves de los pisos en febrero de 2007, ya en la primera reunión de propietarios se detectó el agua: primero se intentó remediar la situación con la constructora, pero no hubo acuerdo y el asunto llegó a los tribunales.

El problema se refleja en uno de los informes encargados por los dueños de los garajes a un perito del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Álava. En este documento, el experto concluye que las entradas de agua, que se abren paso a través de los muros, son "profusas" e, incluso, "inquietantes", por "la degradación que el agua está llevando a cabo al muro como elemento estructural". Los vecinos no temen un derrumbe, pero sí claman por una actuación.

Para remediar esta situación, el perito propone realizar una obra valorada en 41.227 euros. Básicamente, consistiría en abrir el muro de hormigón, crear una pequeña bañera, canalizar el agua y cerrar el hueco. La constructora, por su parte, alega, según se recoge en una sentencia con fecha del pasado 30 de marzo, que ya ha pasado demasiado tiempo desde que se realizó la construcción por lo que su responsabilidad ha prescrito y que, en todo caso, debería realizarse otro tipo de actuación que solventaría el problema, según el perito de los demandados, por un plazo de ocho a diez años.

Ése es uno de los detalles que el juez de primera instancia número 5 de Vitoria tuvo en cuenta para, en esa sentencia del pasado mes de marzo, dar la razón a la comunidad de vecinos. Gespark Inversiones, sin embargo, ha decidido recurrir. El fallo definitivo podría conocerse en torno a noviembre, pero los demandantes ya han solicitado una ejecución provisional. Es decir, que la constructora pague la reparación para poder realizar la obra aunque, si luego la resolución es otra, los propietarios se arriesgan a tener que cargar con la factura.