Vitoria. Pese a la reducción del 25% en su presupuesto, las fiestas de la Virgen Blanca de 2012 se han saldado con un rotundo éxito de público gracias al tirón de la Green Capital, al repunte del turismo interior en el Estado y a una climatología que, salvo el día de La Blanca, sólo habría podido ser más benévola con un poquito menos de calor. Por ello, ayer la concejal de Medio Ambiente y teniente de alcalde del Consistorio vitoriano, Idoia Garmendia; y la asesora de Cultura, Encina Serrano, se felicitaron por su desarrollo y agradecieron públicamente el trabajo de los empleados municipales que han hecho posible este positivo balance. La conclusión para futuras ediciones, según Serrano, es que hay muy poco que mejorar, al margen de colocar más sillas en los espectáculos de calle, que se adelante el horario del pregón, e incluso la recuperación del volteo de campanas. Sugerencias de este tipo son las que ha recibido el Consistorio a través del buzón ciudadano.

El evento por excelencia de las fiestas, la bajada de Celedón, congregó a alrededor de 80.000 personas -la cifra no pasa de una mera estimación- en la plaza de la Virgen Blanca, calle Prado, General Loma, Mateo Moraza, Plaza de España y Machete. El buen tiempo, la reforma de hace unos años, los turistas y la crisis, que ha dejado a muchos vitorianos sin viajar en agosto, contribuyeron al éxito de un txupinazo que auguraba unas fiestas multitudinarias.

Y así fueron. Los conciertos programados para este año en la plaza de Los Fueros han logrado reunir en uno de los espacios festivos por excelencia a 55.000 espectadores. El espectáculo con más afluencia fue el del día 5, el del dj Juan Magán, que atrajo a 12.500 personas, muchos de ellos miembros de la comunidad latina de la ciudad. La Pegatina, que actuó el Día de Celedón, reunió a 12.000 espectadores. Los del Gas, La Fuga y Los Suaves, que protagonizaron la jornada rockera del día 6, tocaron ante 11.000 personas; al concierto de Malú asistieron 10.000; y Esne Beltza reunió a 8.000 fans. El Ayuntamiento baraja contratar para futuras ediciones más conciertos del tipo del de Magán, un único artista que logra llenazos con una infraestructura mínima. No hay músicos, y eso reduce el caché considerablemente. El Teatro Principal, por su parte, ha registrado una ocupación media del 76,3% y 7.471 espectadores, un 4% más que el año pasado. El Tipo de al lado, con Maribel Verdú y Antonio Molero, ha sido la obra con más afluencia, 3.416 espectadores y una ocupación del 89%, la cifra más elevada de las fiestas. El apagón de Gabino Diego atrajo a 2.553 personas, y Nunca es tarde, con Ángel Martín, reunió a 1.500 espectadores.

El Rincón del Humor apareció en el programa de fiestas de hace unos pocos años sin llamar la atención y se ha consagrado como uno de los espacios de más éxito. En los jardines del obispo Ramón Fernández de Piérola se han juntado más de 14.000 personas estos días para asistir a los espectáculos de monologuistas como Ramón Monje, Ernesto Sevilla o Sara Escudero; y a la actuación de Gorka Aginagalde e Iñigo Salinero, que interpretaron su éxito Cotillas para vitorianos y visitantes.

La Plaza Nueva es otro de esos clásicos de las fiestas en los que el éxito está asegurado. Respaldados por las terrazas de los bares y las buenas temperaturas, los músicos de las verbenas se han visto acompañados por unas 40.000 personas durante los días de festejos.

El rincón reservado a la cultura euskaldun, la plaza del Machete, ha visto mejoradas sus cifras con respecto a años anteriores. Unas 5.000 personas han asistido a los conciertos de Vendetta, Mikel Urdangarin, Mikel Markez y Erramun Martikorena, y Eratu, así como a la programación diaria de bertsolaris, folklore, trikitixa y dantza plazan. Por ello, Serrano felicitó a los responsables de la Academia Municipal de Folklore, encargados de organizar los espectáculos de día en uno de los espacios urbanos más especiales de la urbe gasteiztarra.

Por último, los grupos locales han reunido en el jardín de Falerina a 2.000 personas, los espectáculos de la plaza de la Provincia han concentrado a 8.000 espectadores, en los toros de fuego han participado 20.000 personas y al Espacio Aventura del parque del Prado contó con 35.000 usos de niños y jóvenes.