Laguardia. Los jóvenes agricultores, en especial aquellos que más recientemente se han instalado en esa actividad, tendrán prioridad sobre el resto de viticultores para acceder a nuevas superficies de plantación, según informó el diputado de Agricultura, Borja Monje, tras las reuniones mantenidas estas semanas precedentes con los agentes económicos y sociales relacionados con el sector vitivinícola.
Tal y como indicó el diputado, el nuevo decreto de plantaciones contempla dos alternativas. Por un lado la llamada "reserva territorial", que está integrada por 70 hectáreas, de las que 50 ya se pueden repartir y 20 están en fase de alegaciones y aún se deberá esperar para su reparto. Las otras 50 se repartirán de forma gratuita y en lugar de ir destinadas exclusivamente a uva blanca, serán indistintamente para blanca y tinta según consta en los acuerdos alcanzados con los productores, tanto de la UAGA, como de ABRA, así como bodegueros y agricultores individuales. Lo que sí se hará es fijar un orden de prioridades, por el cual se atenderá en primer lugar a los recién incorporados a la actividad, que son cuatro; después a los que tienen la titularidad de sus propiedades de forma compartida en la pareja y, en tercer lugar, a los agricultores a título individual.
La segunda de las alternativas afectará a las 100 hectáreas y se gestionará mediante transfer para la plantación de variedades blancas, proceso que se encuentra en fase de cierre con las organizaciones. De hecho, Monje se reunió ayer con las cooperativas de Dolare y ya lo ha hecho con la UAGA, que ha pedido al diputado que se lleve a cabo después de vendimiar, y con Abra, que le ha entregado un documento con varias propuestas, entre ellas que se prime a las variedades blancas autóctonas frente a las foráneas. A lo largo de los próximos días, se llegará a un acuerdo también en la forma de acceder a esos transfer, ya que cabe la posibilidad de que vayan al 50% entre personas individuales y bodegas, si bien otras alternativas sugieren una mayor participación de las personas individuales. En cualquier caso, el acceso a los transfer es algo que negocia cada productor a precios de mercado y, eso sí, el decreto fijará que las nuevas plantaciones de uvas blancas se deberán mantener al menos durante veinte años y que en el proceso no se permitirá que se arranque ninguna de las cepas viejas de uva blanca que se encuentren mezcladas en las parcelas de tinta.