Cada vez más gente recurre a la Red para reservar sus vacaciones. Sin embargo, esta práctica puede reportar algún que otro susto si no se lleva a cabo con cierta cautela. La Federación de Usuarios Consumidores Independientes, FUCI, alerta de la proliferación de timos y engaños a la hora de alquilar un apartamento turístico a través de Internet. En lo que llevamos de época estival, se han recibido un total de 954 consultas y reclamaciones al respecto, o lo que es lo mismo, 21 quejas diarias.
Los principales problemas detectados por esta federación durante el pasado mes de junio y la primera quincena de julio hacen referencia principalmente a la publicidad engañosa; es decir, las características detalladas en el anuncio resultan ser falsas. Así, en casi un tercio de las denuncias se expone que la capacidad del apartamento es menor de lo publicitado y otra parte importante, un 25%, asegura que la distancia a la playa es mayor de lo que informaba el anuncio. También resulta habitual alquilar una vivienda de inferior categoría, con electrodomésticos que no funcionan o con cobros indebidos de los gastos de agua y luz. Y lo que es más grave, en el 2% de los casos recogidos se arriendan apartamentos que no existen.
Ante esta situación, y para frenar los engaños, la FUCI ha elaborado una práctica y sencilla guía para los usuarios de alquileres de apartamentos a través de Internet con el fin de que conozcan cuales son sus derechos a la hora de alquilar.
Para empezar, la federación de consumidores recuerda la regla principal: desconfiar de los anuncios en los que el precio de alquiler es desmesuradamente bajo. También puede resultar de utilidad consultar el número de personas que han alquilado previamente ese alojamiento, ya que si la cifra es elevada es una buena señal.
Tampoco se aconseja pagar por adelantado la cuantía total, ya que muchos anunciantes exigen dicho pago como medio de garantía y para asegurarse el interés por parte del usuario de alquilar el inmueble durante el periodo establecido. En caso de que sea así, se debe comprobar la legalidad de la propiedad. Además, cuando los anunciantes reclamen el pago a través de servicios como Western Union, MoneyGram, Bidpay y otros similares, es preciso haber comprobado la conformidad y legalidad del resto de los aspectos de la contratación. En este sentido, desde la federación recuerdan que es mejor si el anunciante acepta tarjetas de crédito, porque los bancos disponen de sus propias medidas de seguridad. A la hora de firmar el contrato insisten en que en éste debe figurar toda la información sobre la vivienda, la duración de la estancia, el precio conveniado y las condiciones de pago. Puede resultar de utilidad solicitar al anunciante que remita por fax y en un sólo folio la fotocopia de su DNI, un recibo del último IBI y nota simple de la última inscripción registral del alojamiento.
Ya en el apartamento, no está de más repasar la vivienda con el arrendador o el empleado de la agencia para verificar su estado, incluido el de los electrodomésticos. Se recomienda la elaboración de un inventario de enseres, así como comprobar que están todos en su estado.