MADRID. El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha avanzado hoy en el Congreso que se contempla además una subida de la fiscalidad del tabaco dentro de la imposición indirecta, aunque no ha ofrecido más detalles.

Las cajetillas ya se encarecieron entre 20 y 25 céntimos el pasado mes de abril, después de que el Ejecutivo aumentara la presión fiscal al modificar la estructura de impuestos que gravan los cigarrillos, bajando el tramo 'ad valorem' y elevando el tipo específico.

Tras este movimiento de precios, las ventas de cigarrillos se desplomaron en mayo un 20,5% respecto al mismo mes del año pasado, con lo que acumulan un retroceso del 6,45% en los cinco primeros meses del año.

En el sector advierten de que una nueva subida de precios agudizará la caída de las ventas legales y acentuará el contrabando, lo que seguiría mermando la recaudación del Estado, que cayó en 2011 por primera vez en 25 años.

En una comparecencia de prensa reciente, el presidente de Altadis, Dominic Brisby, advirtió de que un aumento de la presión fiscal sobre el tabaco no sólo "perjudicará" a los ingresos públicos, sino que "pondrá en peligro" parte de los 56.000 empleos de la industria tabaquera española, de los que 5.000 corresponden a la multinacional.

"La posibilidad de nuevas subidas productivas de impuestos en España se ha agotado", apuntó Brisby, quien pidió que se compensara una subida del IVA con una bajada del tramo 'ad valorem' de los impuestos especiales sobre el tabaco para mantener la carga fiscal en los niveles actuales.