BILBAO. El máximo responsable de la universidad pública vasca ha destacado que dichos recortes llevan a "una parálisis en la ignorancia" y "no consiguen el objetivo del ahorro".

"El que crea que disminuir las partidas económicas dedicadas a educación e investigación puede favorecer salir de la crisis, creo que, como poco, no está bien orientado" y ha añadido que los países con mayores porcentajes de inversión en investigación y con mayor producción científica son los que disfrutan de una mejor situación económica.

En su opinión, los políticos y los gobernantes son conscientes de esa realidad y ha puesto como ejemplo al Gobierno vasco, que no ha recortado esas partidas y ha permitido que la UPV-EHU puede seguir con actuaciones importantes en ese ámbito.

En cambio, la reducción de este presupuesto en el Estado, cifrado en un 26 por ciento, "condicionará los próximos años y generará una dependencia al cien por cien" de lo que se investigue en otros países. "En los tiempos complicados, cada uno marca sus prioridades", ha sentenciado.

En cuanto a las becas, el rector vasco ha planteado "repensar" el sistema de becas y ayudas para que ninguna persona con el "nivel y los méritos necesarios" se quede fuera de la universidad por razones económicas.

Según ha argumentado, si se plantea la educación universitaria en función de los recursos de cada uno "se corre el riesgo de perder a los mejores".

Respecto a la iniciativa del Gobierno español, que ha aumentado a un 5,5 y un 6,5 las notas necesarias para obtener tanto una beca general como una beca de salario, Goirizelaia ha considerado que "no se trata de medio punto arriba o abajo, sino de ser justo con quien se lo merece y con quien no se lo merece".

Ha rechazado la comparación del sistema universitario estatal con las mejores universidades privadas de Estados Unidos, donde se contrata a la dirección, se les paga unos sueldos "impresionantes" y se elige a los estudiantes entre jóvenes que presentan una media de diez en sus estudios.

"Vivimos en Europa y el objetivo de una universidad pública y generalista, que marca mucha diferencia, no debe ser convertirse en Stanford o en el Instituto Tecnológico de Massachusetts; ahora bien, si se decide que no se quiere universidades públicas, ya estamos hablando de otra cosa", ha puntualizado.