BILBAO. El informe, realizado a 2.000 jóvenes de 18 a 35 años, refleja además que a causa de la crisis los encuestados han reducido sus comidas en restaurantes y chiringuitos (37 por ciento), y eligen el destino en función del precio (31 por ciento). Asimismo, un 11 por ciento afirma que disfrutará de sus días de descanso con menos de 100 euros.
Pese a que el 69 por ciento de los jóvenes vascos señala que disfrutará de vacaciones este verano, la gran mayoría indica que viajará "al sitio más barato que encuentre". Menos afortunados son el 22 por ciento de los jóvenes vascos que no podrán irse de vacaciones y un 9 por ciento restante que solamente podrá hacerlo si "alguien le invita a unirse a su plan" y les supone un desembolso mínimo.
Aunque la mayoría disfrutará de unos días de descanso, este año hay que apretarse el cinturón. El 26 por ciento señala que su presupuesto oscila entre los 100 y 300 euros en total y otro 25 por ciento dispondrá de 300 a 500 euros. Sin embargo, el 11 por ciento de los jóvenes del País Vasco diseñarán su plan de verano con menos de 100 euros.
Entre los más afortunados se encuentran un 15 por ciento que dispone de 500 a 700 euros, y otros dos grupos que cuentan con 700 a 1.000 euros y más de 1.000 euros (12 y 11 por ciento respectivamente).
PLAN DE VACACIONES GRATUITA
Los jóvenes del País Vasco consultados han indicado que a cambio de obtener un plan de vacaciones gratuito y lleno de experiencias el 42 por ciento regalaría su reproductor de música, otro 33 por ciento sería capaz de entregar a cambio su videconsola, y un 12 por ciento prescindiría de su móvil con toda su agenda de contactos.
Asimismo, un 9 por ciento entregaría su ordenador portátil con toda su documentación y un 3 por ciento permitiría una infidelidad a su pareja a cambio de unas vacaciones pagadas.
Asimismo, el 37 por ciento de los vascos afirma que ha dejado de comer en restaurantes y chiringuitos y el 31 por ciento ha dejado de ir al destino previsto, eligiendo el más barato que encuentre. Otro 32 por ciento señala que sigue haciendo las mismas cosas y apunta que "la crisis no les ha afectado".
Según el estudio, lo que menos les gusta hacer a los jóvenes vascos durante sus vacaciones son las tareas domésticas. De este modo, hacer la colada (44%) y cocinar (30%) son las tareas más odiadas durante el período estival. El 14 por ciento apunta que lo que menos es tener que coger el transporte público para ir a la playa seguido de hacer la cama con el 12 por ciento.