MADRID. Son datos en los que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) hace hincapié en estos "tiempos de crisis y recortes sanitarios", cuando, a su juicio, "se deben tener más en cuenta los parámetros de relación coste-beneficio para saber con mayor exactitud la vía más eficaz para obtener los mejores beneficios para la salud de la población en general".

Para ello, según el doctor Juan Ruiz Manzano, presidente de SEPAR, es necesario mantener la actual Ley antitabaco e incluso "mejorarla" con la financiación de los tratamientos para dejar de fumar y con campañas de prevención dirigidas a la ciudadanía, y especialmente a los más jóvenes.

La financiación de los tratamientos farmacológicos del tabaquismo es tan necesaria, según el doctor Carlos Jiménez, coordinador del área de tabaquismo de SEPAR, como la de los tratamientos de cualquier otra enfermedad crónica.

Unos tratamientos que podrían dirigirse a los once millones de fumadores que hay en España, según las cifras que manejan, aunque sólo el 30 por ciento de ellos está dispuesto a iniciar un intento serio para dejar el cigarrillo.

Y los que lo intentan y acuden a una unidad de tabaquismo se gastan una media de 125 euros en fármacos, con lo que, según los especialistas, si los más de tres millones de españoles que quieren dejarlo iniciaran un tratamiento, el coste en fármacos sería de alrededor de 400 millones de euros.

Un gasto asumible si, según los doctores, se tiene en cuenta el ahorro en gasto sanitario que puede conllevar, ya que frente a los 125 euros de una terapia farmacológica de deshabituación tabáquica se sitúan, por ejemplo, los 12.000 euros que puede costar el tratamiento de un cáncer de pulmón cuyo origen es el tabaco.

Los tratamientos del tabaquismo, además, son más rentables que los de otras intervenciones terapéuticas como las que se realizan sobre la tensión y el colesterol alto, tal y como se ha demostrado en el estado de Massachusetts (Estados Unidos), pero además proporcionan más salud, como evidencian otros estudios.

El Día Mundial Sin Tabaco se celebra con diversas iniciativas para animar a los fumadores a dejar este hábito, como la de cambiar cigarrillos por chicles, porque sin fumar la vida sabe mejor, pero sobre todo porque este hábito es responsable de 56.000 muertes al año en España, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

Esta es una de las iniciativas y se desarrollará en un municipio de la sierra de Madrid, en Becerril de la Sierra. En la plaza central del pueblo, se instalará una mesa informativa y allí se cambiarán cigarrillos por chicles, como forma de animar a los fumadores a dejar el hábito que aumenta el riesgo de padecer cáncer.

Pero este es solo un ejemplo de cómo desde las administraciones e instituciones, como la AECC, se intentará convencer de la conveniencia de dejar de fumar durante la jornada de mañana, que girará en torno a las "interferencias" de la industria en los esfuerzos internacionales por reducir el consumo de tabaco.

En esta cuestión ha centrado la Organización Mundial de la Salud (OMS) un estudio que refleja que el número de personas en el mundo que se benefician de alguna medida de la lucha contra el tabaco ha aumentado en 1.100 millones en los últimos dos años, pero que estos esfuerzos han sido en gran parte contrarrestados por la publicidad y promoción del cigarrillo que financia la industria tabaquera.