Oviedo. El japonés Shigeru Miyamoto, considerado por muchos el Walt Disney de los videojuegos y el creador de sagas como Mario Bros, Zelda o Wii Fit, se alzó ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2012, por ser, según destacó el jurado, "el principal artífice de la revolución del videojuego didáctico, formativo y constructivo".

El jurado destacó que los juegos creados por este trabajador de Nintendo desde hace 35 años carecen de violencia, como Mario Bros, Donkey Kong o The legend of Zelda, y reconoció su capacidad de "innovar con programas y formatos que ayudan a ejercitar la mente", como Brain training, y el cuerpo, como Wii fit.

"El padre del videojuego moderno", es como definió el jurado a Miyamoto, nacido hace 59 años en Kioto, ciudad donde Nintendo tiene sede y en la que empezó a trabajar por enchufe como artista en 1978. De hecho, antes de entrar en el mundo de los videojuegos había pensado convertirse en dibujante de manga. Aunque pronto aportó a la empresa una imaginación sin límites para revolucionar el mercado mundial del ocio y el entretenimiento.

Al conocer el premio, Shegiru Miyamoto aseguró estar "muy honrado" con el galardón y recordó que no ha creado ningún videojuego en solitario, por lo que cuando reciba el premio este otoño lo hará en representación de todos sus compañeros de trabajo.

"diversión y alegría" En la misma nota, Miyamoto promete proseguir sus esfuerzos para que los videojuegos "no acaben siendo una moda pasajera" y que "sean capaces de ofrecer de manera continuada diversión y alegría a personas de todas las generaciones y en todo el mundo". Entre sus méritos se encuentra el conseguir que un personaje bajito, feo y mediocre como Super Mario sea uno de los héroes más queridos sin recurrir a la violencia de la que hacen gala otros videojuegos, o impulsar la consola Wii de interacción y habilidad, y la Wii Fit para acabar con el prejuicio de que este tipo de ocio potencia la obesidad.

La presidenta del jurado, la filósofa Adela Cortina, destacó el componente humanista de los juegos ideados por Miyamoto, útiles por encima de barreras geográficas y étnicas.

El director de la feria del videojuego y ocio interactivo Gamelab, Iván Fernández-Lobo, fue quién propuso a Miyamoto como candidato al premio este año , quién aseguró ayer que del genial japonés se queda con su faceta soñadora.