Vitoria. El programa de cribado neonatal de Osakidetza, conocido comúnmente como la prueba del talón, ha permitido detectar de forma precoz más de 200 casos de trastornos congénitos entre los bebés recién nacidos en la CAV desde el año 1982. Gracias a su excepcional cobertura, prácticamente del 100%, los beneficios sobre la salud de los vascos son del todo evidentes. Y ahora que se cumplen 30 años desde su implantación en la red pública, el Departamento vasco de Sanidad estudia la ampliación del cribado a cinco nuevas patologías, que se sumarán a las cinco ya incluidas en el programa. Así lo avanzó ayer en Bilbao el viceconsejero vasco de Sanidad, Jesús María Fernández, que prevé la extensión del test antes de que concluya 2012.

A día de hoy, el Consejo Asesor del Cribado Neonatal de la CAV ultima los estudios y análisis pertinentes para incorporar al programa el cribado de la homocistuniria, el de la acidemia isovalérica, el de la acidemia isoglutárica tipo I, el del jarabe de arce y el de la deficiencia de acil CoA de cadena larga, cinco patologías raras que se unirían a las que ya se controlan: El hipotiroidismo congénito (HC), la hiperfenilalaninemia (PKU), la deficiencia de acil CoA deshidrogenada de cadena media (MCADD), la fibrosis quística (FQ) y la enfermedad de las células falciformes (ECF), todas ellas patologías con una incidencia reducida en Euskadi pero con consecuencias muy graves para la salud, minimizables si se detectan de forma temprana.

El incremento del cribado, según el Departamento de Sanidad, responde a criterios marcados por los organismos internacionales, "nunca económicos", que atienden a la existencia de métodos de detección y a diferentes aspectos relacionados con la enfermedad a tratar, especialmente la disponibilidad de medios asistenciales.

Éste es, precisamente, el aspecto fundamental del programa de cribado, en la medida en que pretende asegurar que los recién nacidos a los que se detecta un trastorno reciban un tratamiento eficaz que elimine o reduzca los efectos de la enfermedad, mejorando tanto sus expectativas de salud como su calidad de vida.

48 primeras horas El screening se realiza analizando una muestra de sangre obtenida mediante una pequeña punción del talón al recién nacido en las primeras 48 horas de vida y antes de que abandone el hospital. Se trata de una actividad de prevención secundaria, cuyo objetivo es reducir la morbilidad o mortalidad prematura asociadas a la enfermedad, así como mejorar su pronóstico. Los efectos beneficiosos de este programa en la salud "constituyen una de las inversiones más rentables y eficaces en términos de salud y prevención", según recordó ayer el área de Rafael Bengoa.

Durante el pasado año 2011, el programa permitió detectar precozmente en Euskadi siete casos de hipotiroidismo congénito, uno de MCADD 1, cinco de fibrosis quística, otros trece portadores de esta misma patología, cuatro de ECF, 44 portadores de ECF y ninguno de fenilalaninemia.