BILBAO. "Mírate bien" es el título de esta iniciativa, que busca ejercitar la parte cognitiva para reestructurar las percepciones con el objetivo de lograr una conciencia más realista de la imagen física.
Según ha informado hoy la UPV/EHU en una nota de prensa, esta iniciativa ha sido aplicada de manera "piloto" entre alumnos de la Escuela Universitaria de Magisterio de Leioa (Bizkaia), ya que ellos serán los profesores de los niños y adolescentes del futuro, principal segmento de la población al que van dirigidos este tipo de programas.
Inge Axpe, una de las investigadoras que ha trabajado en el diseño de este programa, ha indicado que es fundamental que la formación de aquellos universitarios que estudian para ser profesores incluya herramientas como esta.
El programa parte de que para verse bien no solo se debe fomentar la actividad física y la alimentación equilibrada, sino que también es importante analizar la percepción que tiene la persona de sí misma.
La psicóloga, que ha puesto como ejemplo el caso de jóvenes que sufren desórdenes alimenticios, ha explicado que, aunque hagan deporte y puedan tener un buen aspecto físico, el problema radica en que suelen tener un "autoconcepto físico muy bajo".
"Los programas que habitualmente se aplican en los centros educativos fomentan la actividad física y una alimentación equilibrada, lo que no sirve de nada en este caso", porque se trata de un "problema interno" y para "atajarlo de raíz" ha de "centrarse en lo inadecuado del enfoque del joven y no en el desorden alimenticio en sí", ha resumido Axpe.
La investigadora ha considerado que hay que hacer entender a los jóvenes que, aunque les afecten las cosas que se dicen de ellos en el exterior, el "impacto" de las mismas "depende" de su propia interpretación" y con este programa lo que se busca es "provocar una reestructuración cognitiva y facilitar modificaciones del autoconcepto" para aprender a vernos mejor.
El programa incluye la lectura de textos, la reflexión a través de preguntas y el análisis de un listado de comportamientos inadecuados, como la tendencia a generalizar los defectos.
Aunque los primeros resultados obtenidos no bastan para afirmar que estadísticamente hablando se han producido diferencias reseñables, el programa ha demostrado, sin embargo, "su potencial como instrumento de concienciación de las implicaciones de un autoconcepto físico inadecuado, las variantes influyentes en el mismo y la posibilidad de modificarlo", según la universidad vasca.