vitoria. Ahorro e información son las claves maestras de los cambios registrados en los hábitos de consumo de los ciudadanos como consecuencia de la crisis. Además del consabido retraimiento del gasto familiar, la crisis ha introducido modificaciones en las pautas de consumo doméstico con el objetivo de ahorrar y optimizar unos presupuestos cada vez más escasos. Los informes sectoriales y los paneles especializados dejan claro que el perfil del consumo es cada vez más primario (el gasto se destina preferentemente a cubrir las necesidades básicas) y menos diversificado. Pero hay también otros rasgos que definen el consumo de subsistencia imperante: aumento de la preferencia por las marcas blancas; peso creciente de las tiendas de descuento; mayor contraste de precios y recurso a las ofertas; y recortes en todo lo prescindible o aplazable. En el caso de los consumidores vascos, los estudios destacan que siguen apostando por la calidad en la alimentación, ya que el 84% de ellos basa sus decisiones de compra en este criterio. Sin embargo, la crisis ha afectado a los hábitos de consumo de forma que los hogares vascos que adquieren productos de grandes distribuidores son actualmente un 53% más que hace cinco años. Un estudio de Hazi revela que "la crisis incide y modifica los hábitos de compra de los productos de alimentación, en beneficio de las marcas de distribuidor", y cuantifica que son un 55% los hogares cuyas costumbres "se han visto influidas" por la mala coyuntura económica. La búsqueda de productos más económicos afecta más a los hogares con consumidores de menos de 34 años, que son los que más han incrementado la adquisición de alimentos de grandes distribuidores.

La previsión es que estas tendencias se acentúen en los próximos meses y el empeoramiento registrado por el índice de confianza de los consumidores corrobora estos augurios. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la confianza del consumidor se desplomó 13,4 puntos en abril en relación al mes anterior, hasta los 50,3 puntos, uno de los peores datos de toda la serie, que se inició en 2004 (por encima de 100 indica una percepción positiva de los consumidores y por debajo de 100 una percepción negativa). El 48,5% de los entrevistados dice que llega justo a final de mes y únicamente el 2,4% ahorra bastante dinero. El 54,7% piensa que su situación económica actual es peor que hace seis meses, debido al alza continuada de los precios y a la disminución de los ingresos familiares.

Dentro de las nuevas tendencias seguidas por los consumidores se pueden apreciar algunas diferencias geográficas. Así, según un estudio de Kantar Worldpanel sobre el consumo en las mayores ciudades del Estado español, Bilbao concentra el 2,1% del gasto estatal en gran consumo y en la capital vizcaina se hace una compra "más sana" que en otras ciudades. En cuanto a la composición de la cesta de la compra, en Bilbao predominan las verduras, las legumbres y los pescados.

El recorte aplicado por los consumidores españoles en el capítulo de alimentación/bebidas y vestido/calzado no ha hecho más que agudizar las diferencias regionales en la cesta de la compra, que en parte se deben a los distintos grados de afectación de la crisis y a los hábitos alimenticios de cada comunidad autónoma.

La mejor posición relativa de los hogares vascos -tienen el nivel de gasto medio por persona más alto del Estado- ha hecho que las medidas de ahorro más drásticas no se hayan notado con tanta intensidad en la CAV, que, no obstante, ha registrado un aumento de la cuota de mercado de los productos de marca blanca, alcanzando el 41,7% de la cesta de alimentación, según el observatorio Ikusmer.

marcas blancas En el conjunto del Estado español, los productos de marca blanca alcanzaron en el primer trimestre de 2012 una cuota de mercado del 42,9% en la cesta de alimentación, lo que supone un avance de 1,4 puntos respecto al cierre del pasado ejercicio, y su crecimiento se apoya fundamentalmente en los hipermercados y supermercados. Entre enero y marzo de este año las marcas blancas registraron un incremento de facturación del 6%, mientras que las enseñas del fabricante apenas registraron variación (+0,2%). La marca blanca o de distribución es más fuerte entre los consumidores más jóvenes y tiene menor aceptación entre las parejas y personas mayores que viven solas y las familias con hijos mayores. Ante el avance registrado por el peso de las marcas blancas en la cesta de la compra habitual de las familias, los fabricantes se han movilizado en defensa de los productos con nombre propio y para conocer la opinión de los consumidores. Según una encuesta realizada por Promarca, un 82% de los compradores vascos se sienten molestos cuando no encuentran una marca concreta en su establecimiento habitual. Para los consumidores de la CAV, la calidad es la razón principal para adquirir marcas de fabricante, mientras que la variedad en la oferta de los lineales es el motivo más importante para la elección de establecimiento, por delante de la proximidad o cercanía. Además, tres de cada diez vascos entrevistados asegura haber echado en falta durante los últimos meses alguna de sus marcas habituales en los lineales de sus lugares de compra, y un 35% reconoce que no suele encontrar los nuevos productos en el establecimiento en el que realiza la compra.