GASTEIZ. Cárcoba ha comparecido hoy en la ponencia creada en el Parlamento Vasco para analizar los problemas derivados del uso del amianto en empresas y construcciones de la comunidad autónoma.

"Estamos ante una pandemia, ante un genocidio económico provocado por un mineral que todavía mata a más de cien mil personas en el mundo cada año", ha asegurado Cárcoba en declaraciones a Efe, basándose en datos de las Organización Mundial de la Salud.

En España, ha señalado, se calcula que mueren al año 1.200 personas por enfermedades asociadas a la exposición al amianto.

Este experto ha defendido la creación en España de un fondo de indemnización para las víctimas del amianto que deberían financiar, en su opinión, el Estado, como responsable subsidiario, y las empresas que trabajaron con amianto.

Ha recordado que este fondo ya existe en varios países, entre ellos Reino Unido, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Alemania o Australia.

Cárcoba ha alertado de que las patologías derivadas del amianto "apenas tienen cura" porque, entre otras causas, en España no se dedica "ni un solo euro" a la investigación de las enfermedades asociadas al amianto, entre las que ha citado los tumores de pleura, de pulmón y de peritoneo.

Por ejemplo, en el Reino Unido, país que más fondos de investigación ha dedicado al amianto, se descubrió hace más de dos años un fármaco que alarga la vida al menos unos meses a quienes padecen cáncer de pleura, ha explicado.

Según ha denunciado, la falta de investigación en esta materia se debe a que entre los afectados no hay "ningún rico, ningún Botín", en referencia al presidente del Banco Santander.

También ha advertido de que hoy en día existen "más de 3 millones de toneladas" de amianto en edificios españoles, casi el 90 por ciento de los inmuebles construidos entre 1969 y 1998, entre ellos centros escolares, universidades o estructuras de canalización de agua y gas.

Además, según los datos que maneja este especialista en amianto, un 77 por ciento de las víctimas son personas que estuvieron expuestas laboralmente al mineral, y el resto familiares y vecinos de este tipo de edificios.

Según Cárcoba, otro de los "graves problemas" es que en España no existen registros ni de empresas que utilizaron el amianto ni de trabajadores afectados.