Vitoria. Una vez conocida la decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de revocar el decreto que establecía el cierre de Santa María de Garoña en el año 2013, la pelota está ahora sobre el tejado de Nuclenor. La empresa propietaria de la central nuclear tiene un plazo de seis meses para solicitar la prórroga de la actividad, algo que se da por hecho. Pero, ¿hasta cuándo querrá seguir manteniéndola abierta?

Fuentes de la compañía aseguran que trabajan con el "horizonte puesto en el año 2019", ya que es la fecha que aparece reflejada en la orden ministerial elaborada por el área que dirige José Manual Soria que busca invalidar el compromiso adquirido por el Ejecutivo de Zapatero. Sin embargo, se muestran incluso más optimistas que el Gobierno del PP de la capacidad que tiene la planta. "La orden habla de 2019, pero eso no significa que no pueda operar más allá", afirman.

De hecho, Nuclenor está convencida de que la actividad se podría mantener sin problemas diez años más, hasta 2022. Así se recoge en un informe titulado La continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña, en el que se muestran algunos de los principales argumentos que confirmarían esta tesis. Entre ellos, que pese a su antigüedad, la central burgalesa es la que, en proporción, más cantidad de electricidad produjo en todo el Estado en el año 2011, 3.747 millones de kilowatios la hora concretamente.

Esto, a juicio de la empresa, demuestra que Garoña "no es irrelevante", sino que representa el 30% del consumo eléctrico de Castilla y León, el 20,2% del de Euskadi y el 78% del de Cantabria. Según sus cálculos, operar diez años más equivaldría a la producción de 39.000 millones de kilowatios la hora, es decir, el 15,2% de lo generado en España en 2011.

De momento, Nuclenor se encuentra a la espera de recibir por parte del Ministerio de Industria el nuevo permiso que revoca el cierre, un documento que todavía tiene que hacer frente a las alegaciones que presenten las comunidades autónomas implicadas, los sindicatos, grupos ecologistas y la propia empresa, entre otros colectivos. Una vez que la orden sea firme será cuando Nuclenor presente sus conclusiones así como las inversiones necesarias para poder ejecutar la prórroga, ya que las últimas mejoras realizadas en materia de seguridad siguiendo las directrices del Consejo de Seguridad Nacional en 2009 se hicieron pensando en que la actividad cesaría en 2013.

Así las cosas, el Gobierno central ya ha iniciado el proceso para facilitar la continuidad de la planta nuclear. Así se recoge en el proyecto de orden firmado por el Ministerio de Industria el pasado 27 de abril, en el que se atribuye la decisión a razones de oportunidad. Al parecer, según el gabinete de Rajoy, el Estado no puede permitirse el lujo de vivir sin la central nuclear más antigua del Estado, cuyo reactor es igual que el que causó una catástrofe en Fukushima hace un año.

Sea como fuere, el texto que inicia el proceso que revoca el cierre de la central argumenta que "en las circunstancias económicas actuales y teniendo en cuenta que España es uno de los Estados miembro de la Unión Europea con una mayor dependencia energética del exterior, no se debe infrautilizar ninguna de las fuentes energéticas disponibles". Por ello, estima que mientras las centrales que actualmente están en funcionamiento en España cumplan con todos los requisitos en materia de seguridad impuestos por el CSN, "deben seguir contribuyendo a la seguridad de suministro energético, a la optimización de los costes energéticos y a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero". Por estas "razones de oportunidad", Industria considera "desfavorable" que el anterior Gobierno con Zapatero a la cabeza ampliara la licencia de Garoña "sólo" hasta 2013.