Vitoria. La bronca que se montó el pasado 30 de abril en Zaramaga entre agentes de la Ertzaintza y el conductor de un autobús de Tuvisa, y que acabó con la detención de este último, podía haberse evitado a juicio del comité de empresa de la empresa municipal. Existen dos versiones sobre la manera en que se produjo el incidente. En la ofrecida por el arrestado, los policías le agredieron cuando les pidió que retiraran el coche patrulla de la parada del autobús y en la facilitada por los agentes, el chófer se encaró con ellos al ver ocupada la plataforma. De cualquier manera, el comité de empresa de Tuvisa manifestó ayer su "absoluta repulsa" ante la "desproporcionada actuación de los agentes en relación a este suceso que debería haberse solucionado de otra forma".

Los portavoces del comité explicaron que los chóferes están identificados en todo momento, "siendo suficiente una notificación al servicio de inspección para que facilite los datos del mismo y proceder, si es necesario, a sustituirlo sin hacer un escándalo de la cuestión". Tal y como indicaron en un comunicado difundido ayer, el conductor "ha sufrido lesiones físicas y psicológicas que se podrían haber evitado".

El daño causado, a juicio de los representantes de la plantilla, ha afectado "de forma gratuita" a la imagen pública de los profesionales de Tuvisa. Una reputación "inmaculada hasta la actualidad". "Por todo ello, respaldamos el proceder que tuvo el conductor de Tuvisa, quien quería asegurar en todo momento la integridad de los pasajeros acercando el autobús al bordillo, lo cual fue el detonante de los lamentables sucesos que ocurrieron a continuación", concluyeron.