Vitoria. Con alrededor de 30.000 millones de euros en juego, el Gobierno Vasco ha puesto toda la carne en el asador en su defensa de la explotación de la inmensa bolsa de gas pizarra que, adherido a la roca, se estima que se encuentra bajo el subsuelo alavés. Ayer arrancaron en el palacio de Villa Suso las jornadas llamadas a exponer los pros y contras de una técnica que ha despertado recelos en la población y una frontal oposición de los movimientos ecologistas. Desde el Ejecutivo se asegura que este ciclo de charlas será un foro imparcial y eminentemente técnico en el que expertos de difrentes ámbitos abordarán los aspectos económico y medio ambiental de una forma de extracción de gas en la que el sector energético ha depositado sus esperanzas de futuro en este principio del fin de la era del petróleo.

Ayer la jornada inaugural estuvo mediatizada por la colorida protesta de la plataforma Fracking ez y de UAGA, que recibieron a los ponentes representando un remedo de Bienvenido Mister Marshall en el que se saludaba, de forma irónica, la llegada de capital norteamericano al territorio. Fracking ez, con el rotundo éxito cosechado el domingo en la protesta llevada a cabo en Kuartango como aval, denunció lo que entiende como "una herramienta de marketing" del Ejecutivo, según sus portavoces Andrés Illana y Mikel Otero. Las conferencias han sido organizadas "acorde a los objetivos del Gobierno" y encajan con "el objetivo declarado en la Estrategia Energética de Euskadi 2020: la generación de estados de opinión" favorables a esta discutida técnica al margen de consideraciones medioambientales o de salud pública, según Illana.

Así, denunciaron que se haya invitado "a última hora y sin tiempo para prepararse" a ponentes como Pedro Arrojo, defensor de la llamada Nueva Cultura del Agua y propuesto por el grupo municipal del PNV, y que se no se haya acudido a expertos como Paco Ramos, de Ecologistas en Acción.

Los opositores al fracking aclararon que en un primer momento consideraron positiva la organización de este ciclo de charlas, hasta que vieron cómo se confeccionaba el panel de ponentes. La plataforma considera además que el Gobierno ha dejado de lado al Ayuntamiento de Vitoria y a la Diputación, cuyos representantes se posicionaron ayer entre el optimismo y la extrema cautela ante el proyecto previsto para Álava.