La resolución del conflicto de la AP-1 parece no acabar nunca. El recurso de la UTE Luko se encuentra en el Supremo. ¿Qué expectativas tiene ante esta vía legal?

Lo que pretende ese recurso es que se retrotraiga todo el proceso hasta la instancia, es decir, que se vuelva a empezar. Personalmente le auguro un fracaso en su pretensión. Deseamos y esperamos que se vea frustrada.

¿Exigirá la Diputación alavesa alguna compensación a Gipuzkoa por los retrasos?

Es un tema que no está cerrado. Hubo una moción en la anterior legislatura para que se pidiera, pero no se llegó a producir. Precisamente en el próximo pleno del lunes se va a plantear una moción en este mismo sentido para que se solicite una compensación a Gipuzkoa. Esperaremos a lo que digan las Juntas y actuaremos en consecuencia.

Es decir, si las Juntas aprueban esta moción, la Diputación lo gestionará.

Tendrá que hacer dos cosas: valorar si se produjeron esos perjuicios, que parece ser que sí, y cuantificarlos. Después se estudiará cómo proceder a esa compensación con Gipuzkoa. La intención de la Diputación es intentar algún tipo de compensación porque, en ese sentido, el grupo popular de las Juntas Generales va en la misma línea.

Usted anunció su intención de recuperar la gestión de algunas líneas como la de Bilbao, Agurain y alguna de Rioja Alavesa. ¿En qué situación se encuentran las negociaciones?

La titularidad de la línea de Bilbao caduca en 2013 y entonces saldrá la nueva concesión, que ya no transcurre en su mayoría por Bizkaia sino por Álava por lo que, por ley, la competencia será de Álava, que sacará la licitación. La de Pamplona es competencia de Navarra y estamos en conversaciones para dotar de la línea de transporte a Salvatierra. Y lo mismo con la Rioja Alavesa.

Está previsto que el modelo de movilidad para Álava al completo esté listo en un par de meses. ¿Cuáles son las principales novedades que recogerá?

Estamos ultimándolo junto con el Aula de Ecología Urbana de Barcelona. Encargamos un estudio de la movilidad intracomarcal porque en Álava hay muchos núcleos pequeños que también necesitan moverse. Ahora tenemos que casar ese informe con el Plan Director y confiamos en cerrarlo antes de verano para presentarlo en sociedad y consensuarlo.

¿Qué variará?

Las líneas van a cambiar, va a haber apoyo al servicio a la demanda con taxi y se modificará la configuración de las líneas para dar a todos los núcleos servicio para que sea más rápido y mejor conectado. El reto que tenemos que conseguir es que la utilización del transporte público sea más atractiva que la del privado. Para eso hay que incidir en el coste, que sea adecuado, y que sea cómodo, que llegue en un tiempo razonable.

La concentración de población de Álava en Vitoria obliga la pregunta. ¿El plan es rentable?

Ése también es el reto. La rentabilidad tiene que ser social porque el transporte hay que subvencionarlo porque para eso pagamos impuestos los ciudadanos. Nuestra gran responsabilidad es organizarlo para que el mayo número de ciudadanos lo utilice. Porque nos damos cuenta ahora de que hay un uso muy bajo del transporte público porque tal y como está configurado no resulta atractivo.

¿Y qué hay de la recuperación de la línea ferroviaria desde Nanclares a Agurain?

Es una competencia de Fomento pero dentro del Plan Director también se contempla el uso de toda esa red ferroviaria. Conseguir esa línea para la movilidad de esas dos comarcas sería muy interesante de cara a futuro.

En este modelo tiene gran importancia la estación de autobuses. ¿Aboga por la anterior ubicación propuesta en Arriaga o por la nueva en Euskaltzaindia de su compañero de partido en el Ayuntamiento y censurada por los técnicos forales?

Vamos a aclarar. En el primer informe los técnicos le sugieren al Ayuntamiento unas directrices que tiene que recoger la nueva ubicación de la estación de autobuses en la plaza de Euskaltzaindia. A raíz del informe se creó una comisión para el desarrollo del proyecto. El informe actual ha mejorado mucho el anterior en cuanto a la capacidad, los accesos, la disposición de un parking que el anterior no tenía y la incidencia ambiental con que contaba el del parque de Arriaga. Con lo cual este proyecto, tal y como está configurado, le resulta más favorable que el anterior a la Diputación y a los técnicos forales, que recientemente han informado también sobre él. La apoyamos y queremos que haya una estación.

El debate se centra, entre otras cosas, en que se acaba rompiendo la intermodalidad.

Primero, antes de incidir en ese tema, quiero decir que ya es hora de que Vitoria cuente con una estación de autobuses porque ahora tiene una parada, no una estación. La Diputación lo que quiere, sobre todo, es que haya una estación. Otra de las competencias forales es marcar las directrices, las conexiones, la ubicación y uno de esos aspectos es la intermodalidad. Y la estación de Euskaltzaindia reúne todos los requisitos de intermodalidad necesarios para darle a un transporte agilidad, tiene parada de tranvía, de autobús y además va a disponer de bicicleta. Con el ferrocarril, que estará en el futuro en el parque de Arriaga, la intermodalidad no se rompe porque la distancia es escasa.

Estos mismos argumentos valen para la ubicación del parque de Arriaga, con incluso peores accesos.

El estudio que se ha hecho señala que los accesos son parecidos. Ahora la distancia será superior pero no hay que olvidar que la interconexión entre autobús y tren es del 0,04%, por lo que la incidencia va a ser mínima. La mayoría de los usuarios que llegan aquí se mueven dentro de Vitoria.

Así que la única ventaja que ve al nuevo proyecto es la ausencia de incidencia ambiental.

No sólo eso. La estación va a tener posibilidad de ampliarse, de tener un parking y la gran ventaja de que el transporte de los funcionarios del Gobierno Vasco se realice dentro de la estación.

También tiene más afección a vecinos y a zona escolar.

En la nueva configuración de entradas y salidas se minimiza totalmente ese aspecto y el traslado de la estación dentro de la parcela a la zona más alejada de las viviendas también minimiza el impacto a los vecinos. Va a tener una gran explanada de acceso y la plaza va a quedar mejorada. De hecho, el alcalde ya ha presentado a los vecinos el proyecto.

Aunque la incidencia sea sólo del 0,04%, ¿no cree que la intermodalidad se destruye con una estación de bus a 4 kilómetros de la de tren?

Si se mantiene la estación de tren actual, evidentemente ni la estación actual ni la futura reuniría condiciones de intermodalidad con el ferrocarril. Yo no hablaría de una estación intermodal, sino de una zona intermodal en la medida que de la estación convergen otros medios de transporte para moverse en la ciudad. Y eso en la actual no sucede.

Hay 15 ciudades que han obtenido recursos del Gobierno central para esta cuestión y Álava no se encuentra entre ellas. ¿Han pedido explicaciones al respecto?

El soterramiento parte del protocolo firmado en 2010, donde se establecen las condiciones del soterramiento. Ahí lo que ponía era que Fomento aportaba todos los terrenos que lideraba el actual trazado de ferrocarril para sufragar el coste. Entiendo que ésa es su aportación en la carga que asume en el soterramiento del tren en Vitoria.

Y, sin embargo, parece que el soterramiento no llegará en mucho tiempo...

En el protocolo que se firma en marzo de 2010 por las cinco administraciones ya se establece cuáles van a ser las pautas que se van a seguir, empezando por la constitución de la sociedad para gestionarlo y que se constituyó a finales de ese año. Pero esa sociedad no se ha reunido y la primera reunión la tendrá el martes. Allí tendrá que adoptar los acuerdos necesarios para poner en marcha la continuidad del protocolo del proyecto. Esta sociedad lo primero que tendría que hacer es establecer el balance económico del coste y el calendario de ejecución.

Entonces, ¿habrá soterramiento en Vitoria sí o no?

Yo no lo pongo en duda. Habrá que ver qué recursos tenemos y qué disposición tienen las instituciones. En función del coste se tendrá que ver el calendario de actuación aclimatándolo a los recursos disponibles.

Da la sensación de que nunca llegará a la ciudad...

Lo que no se puede hacer es empezar a desarrollar un proyecto estratégico y abandonarlo al poco de nacer. Hay que tener una visión a futuro amplia y no dejarlo por coyunturas determinadas. Los proyectos estratégicos tienen que adaptarse a las coyunturas. El estudio ya está realizado, el siguiente paso es el proyecto, que es un proceso muy largo, de años.

Se da por asumido que el TAV llegará a la calle Dato. ¿Tienen que acostumbrarse los vitorianos a esta ubicación?

El Ministerio de Fomento tiene puesto 2016 como fecha para la finalización de todos los tramos del Tren de Alta Velocidad. Lo que no tiene sentido es que esté desarrollado en su trazado y no entre en las ciudades. Así que hay que darle una salida con la actual estación, que es la que tenemos. Así que entrará en Vitoria y en la estación de tren. Para ello ya se está haciendo un estudio de la conexión de la actual red con el trazado del TAV en Arrazua Barrundia para establecer unos intercambiadores del ancho de vía.