En el 81 aniversario de la proclamación de la II República española, el Rey se rompió la cadera durante una escapada entre elefantes a Botsuana. Unos días antes, su nieto se había disparado al pie mientras realizaba prácticas de tiro. Puede que de esta forma se recuerde en el futuro la jornada de ayer, más proclive a la chanza que nunca, aunque los festejantes de la efeméride no se toman a chiste su reivindicación: la recuperación de este régimen. Al grito de "a por la tercera", alaveses simpatizantes salieron a la calle para exigir la desaparición de la monarquía, la separación de la Iglesia y el Estado, la plena cobertura social y la derogación de la Constitución de 1978.
La conmemoración de la II República conmovió en Vitoria. Un coro partió desde la sede de la Diputación, en la plaza de la Provincia, en un recorrido eminentemente tricolor para alabar las bondades de la democracia que el fascismo franquista se encargó de derribar con las armas. También con alegría, pero de la de Baco, se festejó la efeméride en Lapuebla de Arganzón. Pese a la lluvia, vecinos y republicanos de distintas zonas del territorio festejaron el aniversario con un botellón. Fue un acto sencillo pero divertido, e incluso hubo hueco para la emoción, con música de la época y paneles en recuerdo de los republicanos locales.
En Llodio, la memoria se hizo eterna con la colocación de una placa en la fachada exterior del pórtico del antiguo ayuntamiento con las personas caídas en la Guerra Civil. Por ahora hay 44 nombres y muchos puntos suspensivos, correspondientes a todos esos combatientes anónimos de uno y otro bando desaparecidos por un conflicto lleno de perdedores.