Vitoria. El Grupo de Prevención y Apoyo, conocido como GPA, lleva una semana patrullando las zonas más conflictivas de Vitoria. Sustituto de la Unidad Operativa de Seguridad, su creación se vio rodeada de polémica desde el principio. Muchos agentes no comprendieron porqué se desmanteló una unidad con tan buenos resultados como la UOS, que fue incluso merecedora de los elogios de Javier Maroto durante la campaña electoral que le aupó a la Alcaldía. Ahora, aquellos mismos policías locales manifiestan su descontento con el proceso de formación del GPA. A través de un escrito que han hecho circular por la comisaría, denuncian la puesta en marcha "de un grupo creado a base de irregularidades y con malas condiciones laborales y económicas cuyas funciones serán, según la concejal de Seguridad Ciudadana, patrullar a pie por los barrios más conflictivos para dar sensación de seguridad, dejando para la Ertzaintza las tareas que desarrollaban los UOS, es decir, que desarrollaba la Policía Local".
Bajo el titulo de Hagamos Balance, estos agentes explican que la conformación del nuevo grupo estuvo marcada por la inicial falta de interés de la plantilla, lo cual derivó en "presiones" a quienes se querían borrar "para que no lo hicieran" y en "animar" a agentes en prácticas a que se sumaran a la lista. "Finalmente y tras pasar 10 días desde que se cerró el plazo de inscripción, se dejó apuntarse a tres agentes más. ¿Dónde se ha visto que cerrada una convocatoria se deje apuntarse a más gente?", se preguntan.
También censuran el modo en que se seleccionaron tres cabos "del agrado de la dirección" para el grupo sin aplicar los baremos originalmente indicados -pruebas físicas, méritos y entrevista-, dejando a uno de ellos fuera "utilizando argumentos como que era la última en el escalafón". "¿Cómo se pueden hacer tantas cosas mal? ¿Qué tienen que decir los sindicatos? ¿Por qué han plasmado su firma en esta concatenación de irregularidades? ¿Por qué no dicen nada cuando la concejal critica intervenciones de compañeros y asegura que no tenemos formación para el desempeño de nuestras funciones?", indica el documento.
Por último, el texto insta a los sindicatos a "explicar lo que saben acerca de un complemento de 300 euros que se ha negociado en la más estricta oscuridad y sólo para unos pocos". "Preguntad al sindicalista de Investigación, que algo sabe de esto", agrega.