Vitoria. Numerosos extranjeros que en su día emigraron a Álava buscando un futuro mejor se han visto obligados a emprender el camino de retorno debido a la crisis económica. No obstante, las cifras recopiladas por la Subdelegación del Gobierno español advierten de que las solicitudes de permiso para trabajar o residir en la provincia se han mantenido estables con el tiempo. En concreto, el área de extranjería de la Administración central en Gasteiz resolvió durante el pasado año 2011 un total de 7.735 solicitudes de estas características presentadas tanto en ese ejercicio como en el anterior, la gran mayoría de las cuales fueron aceptadas. Sólo 774, un 10%, recibieron el no de la Subdelegación.

Marroquíes, colombianos, argelinos, pakistaníes, peruanos, brasileños y chinos son, por este orden, los ciudadanos que con más asiduidad piden las solicitudes de trabajo o de residencia y trabajo en la sede de la calle Olaguíbel. La mayoría, hombres de entre 21 y 30 años de edad. "Manejamos un volumen de cifras impresionante, que nos da muchísimo trabajo", advierte la responsable del área de extranjería de la Subdelegación, Inmaculada Martínez. En total, en 2011 fueron presentadas 7.663 solicitudes de residencia o de residencia y trabajo, 4.191 de las cuales correspondieron a hombres. Marruecos, con 1.465, capitalizó casi el 20% del total.

El área de extranjería llevó a cabo 30.213 atenciones presenciales el año pasado, que van desde la mera solicitud de información a la presentación de documentos, y otras 7.069 telefónicas. A pesar de este ingente volumen de trabajo, Martínez asegura que las solicitudes se resuelven "en menos de un mes" en la gran mayoría de los casos. La denegación de una solicitud se debe principalmente a que el interesado cuente con antecedentes penales y no los haya cumplido o a que su contrato de trabajo -si lo tiene- no se ajuste a los requisitos legales. Cuando se produce la denegación, el solicitante puede interponer un recurso de reposición ante la Subdelegación o acudir a los tribunales.

A pesar de que el número de solicitudes de permiso de residencia se ha reducido un 15,26% respecto a 2010, Martínez matiza que se trata de un dato "engañoso". No en vano, el año pasado se produjo un boom de solicitudes de renovación de permisos tramitados en el año 2005, cuando se produjo una masiva normalización de extranjeros que se encontraban en situación irregular. Cinco años después, porque así está establecido por ley, para muchos de ellos llegó el momento de solicitar el permiso de larga duración. Los datos de este año comparados con los de 2011 constituirán, por tanto, un termómetro más adecuado para ver la evolución de solicitantes. "Quizá entonces se vea algún descenso, pero ahora no lo hay", advierte Martínez.

El Gobierno abre en muchas ocasiones la puerta de entrada al país para los extranjeros, pero en otras hace también lo propio con la de salida. La razón fundamental, que el inmigrante "no tenga papeles" o éstos no estén en regla. La Subdelegación resolvió el año pasado 249 expulsiones de extranjeros, la mayoría también hombres de entre 21 y 30 años y procedentes, por este orden, de Marruecos (41), Argelia (33), Pakistán (28) y Brasil (16) como países más representativos.

arraigo social Asimismo, la Administración incoó otros 255 expedientes de expulsión. Cuando se da esta circunstancia, el inmigrante puede solicitar un permiso de arraigo social que le permitiría quedarse en el país y que requiere, a grandes rasgos, haber residido en Álava durante tres años, no contar con antecedentes penales ni aquí ni en su país de origen, contar con un informe de integración que debe realizar el Gobierno Vasco y un contrato de trabajo de tres años. Si se concede el permiso de arraigo, el interesado puede sustituir la orden de expulsión por una multa de 501 euros.