vitoria. La productividad laboral por persona empleada ha descendido progresivamente en Euskadi desde el año 1998, y aunque experimentó un incremento entre el 2005 y 2007, en 2009 volvió a descender hasta situarse en niveles inferiores a los de 1997. Según un informe sobre las implicaciones y posibles consecuencias de un cambio horario laboral en el tejido empresarial vasco de cara a conseguir una mayor conciliación de la vida laboral y familiar, los trabajadores están cada vez más insatisfechos debido a las extensas jornadas de trabajo. "No se sienten realizados, están agotados físicamente y agobiados ante la imposibilidad de conciliar la vida profesional con la familiar, lo que redunda en una pérdida de calidad de vida y un descenso de la eficiencia y la productividad en las empresas", sostiene el documento.
En este contexto, algunas empresas apuestan por adoptar modelos de horarios que favorezcan el incremento de la productividad y la conciliación, beneficiando así al empleado y la empresa. La implantación de una jornada laboral continua podría, según este mismo análisis, generar múltiples beneficios tanto para las empresas como para las familias, en forma de mayor motivación y de fortalecimiento de la identificación con los proyectos.