vitoria. La implantación del permiso por puntos el 1 de julio de 2006 ha sido reconocida como uno de los factores determinantes para reducir la siniestralidad en las carreteras. El miedo observado en los primeros momentos a la merma del saldo ha dado paso en la actualidad, a la vista de los datos estadísticos, a una realidad generalizada de conducción más prudente, en la que sólo unos pocos han visto cómo sus 12 puntos iniciales -ocho en el caso de conductores noveles- se reducían en cuantía. De los 25 millones de conductores registrados en España, casi 22 millones conservan su carné inmaculado y 107.000 lo tienen retirado. En Álava, a fecha de hoy, hay 673 expedientes firmes de pérdida de vigencia del permiso por este motivo -3.003 en Bizkaia y 1.362 en Gipuzkoa-.

Se estima que este nuevo sistema, que comenzó a fraguarse en 1992 con un dictamen del Senado recomendando su puesta en marcha, ha salvado 3.000 vidas en las carreteras de todo el Estado. El dato sitúa a España a la cabeza de los países que más ha reducido la accidentalidad y coloca al Estado en la séptima plaza con menos muertes, cuando hace tan sólo cinco años contaba con el mayor número de fallecidos por accidente de tráfico de Europa. A lo largo de su corto periodo de vida, el nuevo permiso ha sufrido algunas variaciones significativas, entre las que destaca que, desde el año 2010, el número de infracciones que restan puntos ha descendido de 27 a 20.

Sea como fuere, la cifra de los que han perdido la totalidad de sus puntos ha experimentado una sensible subida desde hace dos años. Fue entonces cuando el Ayuntamiento de Vitoria comenzó a facilitar a Tráfico los datos de los conductores que cometían en su término municipal infracciones que conllevaban la detracción de seis, cuatro, tres o dos puntos. La razón de esa escalada obedece exclusivamente a que alrededor del 75% de la población de la provincia se concentra en su capital.

El ritmo de incorporación a esta lista de municipios colaboradores ha sido diferente en el Estado. Precisamente, ese desajuste temporal generó cierta polémica al considerarse que, siendo la norma de aplicación para todo el territorio nacional, no se aplicaba el mismo rasero a todos los conductores, pues ello dependía de cuál fuera su ubicación territorial.

Independientemente de tal circunstancia, quienes hayan perdido una parte de su crédito inicial tienen la posibilidad de una recuperación parcial de seis puntos como máximo por una sola vez cada dos años. Para ello tienen que realizar y superar con aprovechamiento un curso de sensibilización y reeducación vial en los centros concertados de cualquier punto de España -en Vitoria, en la Autoescuela Claxon y en Llodio, en la Autoescuela Laudio-. A los conductores profesionales se les da esa misma oportunidad con periodicidad anual. Además, existen las bonificaciones para quienes respeten con rigor las normas, de forma que recibirán dos puntos extras en los primeros tres años y otro más por los tres años siguientes, llegando a un máximo posible de 15. Los que, sin embargo, se hayan quedado con el saldo a cero habrán de hacer frente a una sanción que conlleva la pérdida de vigencia del permiso, lo que en la práctica se traduce en que no podrán conducir durante seis meses. Para volver a ponerse a los mandos del volante también deberán realizar un curso y, pasado el tiempo de sanción, aprobar un examen que consta de treinta preguntas adaptadas al perfil de cada cual, fijado en función de las infracciones que haya cometido. Obtendrá en caso positivo para su nuevo carné ocho puntos.

Las infracciones más comunes detectadas que restan puntos son el exceso de velocidad (48%), no usar el cinturón de seguridad (12%), la tasa positiva en alcohol (11%) y utilizar el móvil mientras se conduce (11%). Esos datos pueden no reflejar la realidad, pues se basan en las denuncias cursadas por las diferentes policías, que tienen más dificultades para realizar esa labor en función del medio de detección que se utilice. Como ejemplo, el radar se antoja infalible, pero, por el contrario, son multados muchos menos conductores que conducen y hablan por teléfono de los que realmente se observan en las carreteras.

Boletín oficial La comunicación de las denuncias que detraen puntos y de la propia pérdida de vigencia del permiso supone, a veces, un quebradero de cabeza para Tráfico. Según explica el jefe provincial de Álava, Luis Bermúdez, "en una cifra que ronda el 20% de los casos, la notificación ha de hacerse a través de la publicación en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava (BOTHA). Previamente, se realiza ese trámite a través de correo certificado al domicilio del conductor y también con el envío a la Dirección Electrónica Vial facilitada por el sancionado. Ocurre que algunos hacen todo lo posible para no ser notificados, así que sólo resta su inclusión en el BOTHA. En todo caso, desde ese momento, la sanción es firme".