Vitoria. La privatización del servicio de conserjería en los centros socioculturales de mayores de Zaramaga, San Prudencio, Txagorritxu y Ariznabarra derivó ayer en una oleada de críticas hacia el Gobierno municipal de Gasteiz. No ha gustado nada a la oposición el tránsito hacia este modelo de gestión indirecta ya implantado en nueve de los otros diez equipamientos de estas características dispersos por la ciudad y que entrará en vigor el próximo 1 de abril. Especialmente al PNV y Bildu, que solicitaron explicaciones a la edil de Intervención Social, Ainhoa Domaica, cuyo Departamento también se ocupa de gestionar los servicios para personas mayores.
El alto coste estipulado en el pliego de contratación del sistema de información y acogida en estos centros (más de 383.000 euros), aprobado hace once días, la posibilidad de que el servicio pierda su contrastada calidad y de que las condiciones de sus nuevos trabajadores se precaricen son sólo algunos de los motivos por los que ambas formaciones abogan por el mantenimiento del modelo actual. El PSE, entretanto, exigió a Domaica que esté vigilante ante la más que probable pérdida de puestos de trabajo. No en vano, de los ocho conserjes que actualmente prestan su labor en los cuatro centros afectados por el cambio de modelo sólo uno es funcionario de carrera, según ha podido saber este periódico. El resto, interinos, la mayoría de vacantes y de programa sin fecha de finalización.
Domaica justificó que este movimiento obedece a criterios "meramente organizativos" y ha sido iniciativa del Departamento de Función Pública, cuyo responsable, Manu Uriarte, ofrecerá próximamente más detalles al respecto. Por de pronto, Domaica aludió a las "necesidades de personal" existentes en otras estructuras municipales para explicar la salida de los conserjes de los centros de mayores. "No hay ninguna queja sobre su trabajo de este Departamento, de los usuarios ni de nadie. Pero había que garantizar el buen funcionamiento de los centros a partir del 1 de abril", remarcó Domaica. "No he hablado de ahorro, es una decisión para que los centros sigan funcionando y estas funciones no queden desiertas", insistió la edil popular.
La jeltzale Nerea Melgosa, quien había solicitado su comparecencia, acusó al Gobierno municipal de enarbolar con sus decisiones "la bandera de la precarización" y le cuestionó sobre si tiene previsto externalizar nuevo servicios próximamente, a lo que Domaica respondió con un "no a día de hoy". Melgosa recordó que algunos de los conserjes acumulan en sus puestos hasta ocho años de trabajo, lo que les hace perfectos conocedores de sus funciones y de los mayores que acuden a los centros, mientras que a los nuevos aspirantes "no se les ha exigido ningún requisito", como el conocimiento del euskera o cierta experiencia, para asumir el mismo trabajo. Según los cálculos de Melgosa, con el dinero de este expediente podrían contratarse hasta 11 y medio trabajadores municipales.
Por su parte, Iratxe López de Aberasturi (Bildu) lamentó que el Consistorio "con la excusa de la crisis dé la vuelta a cualquier servicio", que los mayores que acuden a los centros "van a acostumbrarse a ver caras nuevas constantemente" y advirtió de que si la empresa adjudicataria rebaja la cuantía de su oferta "podrá contratar por sueldos indignos".