vitoria. La negociación de un nuevo convenio para la Sanidad pública vasca se encuentra totalmente paralizada. Han pasado más de dos años desde que el último acuerdo de condiciones laborales del sector caducase -lo hizo el 31 de diciembre de 2009- y, a día de hoy, no hay expectativas de que pueda abordarse su renovación en un corto espacio de tiempo. Algunos sindicatos, como LAB, incluso han decidido no acudir más a la mesa sectorial de Osakidetza mientras su dirección no dé el paso de iniciar "una negociación real". ELA lo hizo anteriormente aunque sí acudió a la última reunión y otros como Satse, SME y CCOO también han advertido públicamente de que podrían dar este paso.
Las centrales más representativas en el sector sanitario coinciden en el diagnóstico. Los asuntos alusivos a las condiciones laborales de los profesionales sanitarios se tratan casi sin excepción en la mesa general de Función Pública mientras en la sectorial los encuentros no pasan de ser meramente informativos. Osakidetza alude a la crisis para justificar que "no hay nada de qué hablar" al tiempo que los sanitarios han sufrido dos reducciones salariales consecutivas en los ejercicios 2010 y 2011 a las que habría que sumar la congelación prevista para el actual. "No hay voluntad de negociar absolutamente nada porque no entran en el fondo de la cuestión, las condiciones de trabajo, las plantillas... A día de hoy, no tenemos ningún foro donde trasladar las inquietudes de los trabajadores", denuncia Mati Iturralde, delegada de LAB en Osakidetza.
La situación se ha cronificado a pesar de que la dirección del ente público sí puso sobre la mesa dos propuestas para negociar a comienzos de 2010 que posteriormente retiró. "Desde entonces, hemos retrocedido en lugar de avanzar, porque Osakidetza defiende que todo debe ser aprobado en la mesa general por el Gobierno Vasco", advierte Arantza Agote (UGT). La portavoz de este sindicato cree que existen "muchas otras cosas de las que se pueden hablar que no sean retribuciones", las medidas de conciliación laboral y familiar por poner un ejemplo, una exigencia "reiterada" en la que UGT "va a seguir insistiendo".
ELA y Satse, las dos centrales más representativas, también muestran su malestar. "No se negocia, no existe un foro. Como mucho se abordan micronegociaciones", expone Jone Olariaga, cuya central llama a secundar una nueva concentración de protesta este próximo martes en Txagorritxu. Por su parte, Encarna de la Maza (Satse) lamenta que "el principio de negociación colectiva está vulnerado por todas partes" y advierte de que su central ya ha comenzado a "moverse" para "articular una respuesta". "Estamos en una sima, cada paso que damos nos hundimos más", advierte De la Maza.