Vitoria. El director general de Osakidetza, Julián Pérez, ha dicho hoy que son los primeros interesados en que se aclare lo sucedido sobre la desaparición de centenares de bebés entre las décadas de 1950 y 1990.

Pérez, tras su comparecencia en la que ha hecho balance de la gestión del Servicio Vasco de Salud el año pasado, se ha referido, a preguntas de los periodistas, a estas desapariciones.

Ha reconocido que los datos que se están conociendo en los últimos tiempos son "muy preocupantes" y ha mostrado su disposición a dar todo el apoyo a la Justicia y a las asociaciones que trabajan en esa materia.

El propio lehendakari, Patxi López, ha afirmado hoy que la aparición de "féretros vacíos" que han sido exhumados "en diferentes cementerios, de diferentes territorios" y los casos de bebés que nacieron en "diferentes clínicas", corrobora que el robo de recién nacidos no lo pudo hacer una "única persona", sino que "tuvo que estar bien orquestado entre médicos, hospitales y los propios cementerios".

Pérez ha insistido en su disposición a colaborar para el esclarecimiento de lo sucedido, pero ha recordado que existe una Ley de Protección de Datos que tiene que ser cumplida.

En este sentido, ha recordado que una historia clínica sólo puede ser entregada a un paciente o a otra persona si así lo determina un juez.

La asociación SOS-Bebés Robados de Gipuzkoa prevé que próximamente se lleven a cabo unas doce exhumaciones en distintas localidades del territorio para comprobar la existencia o no de restos en las tumbas en las que deberían estar otros tantos bebés supuestamente fallecidos al poco de nacer.

Según la coordinadora de SOS-Bebés Robados de Gipuzkoa, Amadeli Díaz, esta docena de casos se sumarían a las dos exhumaciones practicadas ya en el territorio, una San Sebastián y otra en Itsasondo, en los que no se han encontrado restos humanos.

En Bilbao existe un tercer caso, datado en el año 1993, en el que tampoco se localizaron restos, aunque la familia afectada no quiere presentar públicamente el caso.