MADRID. Suleman B.G., de nacionalidad guineana, se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de asesinato, por el que el Ministerio Público solicita para él una pena de 18 años de prisión.

Así, ha contado que ese día vio a su hermana llegar a su casa acompañada de un hombre y ha reconocido que bajó a la calle con un cuchillo jamonero. Además, ha reconocido que ese día bebió gran cantidad de alcohol y consumió marihuana. "Había algo sobrenatural que me empujó a hacerlo. Nunca pensé que sería capaz ce hacer eso", ha dicho.

"Tengo una hermana mayor que sufrió agresiones de hombres. La violaron dos veces. Y nadie supo nada de las denuncias que puso. Mi hermana llegó con una cara muy fea y pensé que le habían hecho algo", ha relatado y ha explicado que unos vecinos marroquíes solían insultarla.

"Sólo pensé en echar a esa persona del barrio. No estaba dispuesto a permitir que pasara lo mismo que con mi hermana mayor. Le insulté y le dije por la ventana que se fuera. Cuando bajé me esperaba para pelearse conmigo. Se abalanzó contra mí y se lo clavó", ha narrado el procesado y ha añadido acto seguido que "no se controló por el pedo que llevaba".

Además, ha reconocido que tras las puñaladas se dio cuenta de que había "metido la pata" y ha confesado que sabía que esta persona había estado ya varias veces con su hermana. Los agentes le detuvieron momentos después debajo de su cama.

Según el fiscal, el procesado, de 22 años de edad, sobre las 23.30 horas del día 31 de octubre de 2009, encontrándose en el domicilio familiar en la localidad de Leganés, observó por la ventana la llegada de su hermana María Teresa E. G. en compañía de Carmelo Bachi Bueriberi.

Aprovechando que este último permanecía solo en la calle mientras su hermana subía al domicilio, cogió un cuchillo jamonero del cajón de la cocina y bajó rápidamente a la calle con ánimos violentos.

Sin mediar discusión alguna, de forma inopinada y sorpresiva, se abalanzó sobre Carmelo, clavándole el cuchillo en varias ocasiones hiriéndole en el cuello, el tórax y el corazón. La perforación de la cavidad cardiaca fue lo que le ocasionó la muerte instantánea.