Vitoria. Los representantes del sector vitivinícola acudieron ayer a las Juntas Generales para plantear la situación de la vid en Álava. Tanto el sindicato agroganadero UAGA como la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa ABRA plantearon a los procuradores la difícil situación que atraviesa el área del vino debido no sólo a una campaña escasa por la sequía sino, sobre todo, a los bajos precios que se perfilan una vez más para esta temporada. En ese sentido, el presidente de la central agraria, José Antonio Gorbea, denunció que una bodega receptora de la vendimia de los viñedos alaveses ya ha anunciado a los agricultores que pagará 0,47 euros por kilogramo de uva. Tal situación ha despertado las alarmas de los profesionales por las pérdidas que supondría esta decisión para los bolsillos de los viticultores. No en vano, según el último estudio realizado por el Gobierno Vasco, los costes de producción han supuesto este año 0,65 euros por kilo de fruto.

No hay que olvidar tampoco que esta temporada se ha experimentado una caída en la producción de alrededor del 20% a pesar de que la calidad del fruto está asegurada. En cuanto a la posibilidad de promocionar la variedad blanca, Gorbea manifestó la apuesta sindical por sustituir superficie de tinto por blanco para ajustar así el exceso existente del primero y la escasez del segundo.

La misma cautela y alarma expresaron los representantes de ABRA, que reconocieron temer la creación de un oligopolio de los grandes grupos bodegueros ante la indefensión de las pequeñas asociaciones. Asimismo, desde el gremio de los pequeños bodegueros confirmaron que la caída de la producción no repercutirá en una subida de los precios para los agricultores y que las primeras cartas de las bodegas ya están informando de que los precios serán bajos. Aun así, expresaron su creencia de que esta campaña los precios podrían superar algo los percibidos el año pasado que rondaron entre los 38 y 48 céntimos.

Indefensos Esta situación de indefensión llevó a que ambos colectivos instaran a las Juntas Generales y a la Diputación a que les preste su respaldo para lograr mantener su representatividad en la Interprofesional del vino de la Denominación de Origen Rioja. No hay que olvidar que este organismo renueva su composición el próximo año y que, en contra de lo que sucede en el Consejo Regulador, las instituciones vascas no tienen voz ni voto en él. Por ello, los actuales movimientos de los grandes productores para contar con una mayor presencia en el ente que les permita apostar por la rentabilidad en lugar de por la calidad, podrían suponer una caída de la relevancia de los representantes del área de Rioja Alavesa dentro de la Denominación.

Por su parte, tanto los representantes junteros como el propio diputado de Agricultura, Borja Monje, aseguraron al sector que contarán con su apoyo, aunque éste no pueda ir más allá de la dimensión pública, para defender los intereses de los viticultores del territorio.

Monje, además, hizo hincapié en su comparecencia en la necesidad de impulsar el uso del contrato tipo dentro de las competencias forales, ya que la decisión se corresponde con una actividad privada. Esta fórmula no ha tenido demasiado éxito en la presente campaña ya que sólo el 4% de las operaciones realizadas se ha basado en este documento que se aprobó el año pasado sin el apoyo de UAGA, que lo rechazó por no contener una referencia expresa a los precios.

Aún así, explicó que seguirá intentando mediar para que tanto bodegas como productores alcancen un acuerdo que satisfaga a ambas partes y permita el uso de este recurso. Esto aseguraría el abastecimiento a las bodegas y un precio digno a los viticultores, que Monje estableció en el mínimo de los 0,65 euros por kilo marcados por Lakua como equivalentes a los costes de producción este ejercicio.

Asimismo, el diputado también abogó por reorganizar el sector con el fortalecimiento de las organizaciones de productores, la potenciación de los circuitos cortos y de la promoción. Por otro lado, explicó que estudiará la creación de una mesa sectorial para tratar temas vitivinícolas dentro del ámbito competencial foral.