Vitoria. La fuerza y la presión ejercida por el vecindario del Casco Viejo gasteiztarra y por el movimiento asociativo para intentar salvar y mejorar el colegio Ramón bajo, único exponente público en la colina medieval, ha logrado la reacción política municipal. En concreto, la coalición Bildu salió ayer a la palestra para exigir una "solución integral y definitiva" para el citado recinto docente. Esta circunstancia se da sólo dos días después de la celebración de una fiesta reivindicativa en el complejo educativo, que solicitó con gran éxito el refuerzo de la escuela pública en la zona.

En ese sentido, Bildu urgió al Ayuntamiento de Vitoria y al Gobierno Vasco a que encuentren una solución "integral y definitiva" para Ramón Bajo que permita corregir "las graves carencias de sus instalaciones". Según informó la formación, Bildu aplaude la fiesta celebrada este pasado sábado en el polideportivo de El Campillo en apoyo al colegio. Sin embargo, "esta nueva muestra del amparo popular al centro educativo debe servir para que el Consistorio, así como la consejería de Educación del Ejecutivo autonómico, estén a la altura de las circunstancias y solucionen las graves carencias de las instalaciones".

Citando un informe del propio Consejo Escolar del colegio, cuando éste contaba con 19 alumnos menos de los que tiene en la actualidad, Bildu recordó que "no quedan aulas libres y el patio es tan pequeño que no responde a las necesidades del centro".

En este sentido, la formación abertzale cree que la propuesta del equipo de gobierno municipal de trasladar el colegio al número tres de Fray Zacarías es "grotesca", en tanto que esa ubicación tiene la mitad de metros cuadrados que la actual. "Además, en la línea mantenida por la Plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi, solicitamos que se tome seriamente en cuenta la posibilidad de reubicar el colegio en las dependencias de la Escuela de Hostelería y el frontón adyacente del Palacio Escoriaza-Esquível", señalaron desde Bildu.

Dos propuestas En la actualidad, hay dos propuestas sobre la mesa para dignificar las instalaciones del centro educativo del Casco Viejo. El pasado mes de septiembre el Consejo de Administración de la Agencia para la Rehabilitación Integral de la Ciudad Histórica (Arich) planteaba la posibilidad de ceder el edificio de Fray Zacarías, donde actualmente se ubica la comisaría del Casco Viejo, a la escuela. El proyecto, sin embargo, quedaba condicionado a la aportación que hiciera el Gobierno Vasco, que es el que tiene las competencias en materia de enseñanza. A juicio del Ayuntamiento de Vitoria es el Departamento vasco de Educación el que debe correr con los gastos del traslado y de la adaptación del inmueble para este nuevo uso. Poco después, el área que dirige Isabel Celaá anunciaba que no tenía intención de aportar dinero al proyecto.

Por otra parte, los colectivos vecinales y sociales del Casco Viejo proponen utilizar el Palacio Escoriaza-Esquível, el antiguo hospital de peregrinos y el frontón para crear un centro educativo y cultural capaz de albergar no sólo las aulas de Ramón Bajo, sino otro tipo de usos abiertos a la ciudadanía. El Ayuntamiento, sin embargo, prevé ubicar el Museo del Vino en este espacio.