Vitoria. La situación económica actual ha llevado a muchos hogares a apretarse el cinturón. Y eso, sin duda alguna, también se ha notado en la cesta de la compra. Las economías familiares miran más lo que compran incluso a la hora de buscar los alimentos del menú diario. Con ello, los productos de mayor calidad y, en consecuencia, de un precio más elevado deben luchar más para seducir a los bolsillos de los consumidores. Es el caso del Eusko Label, que capea la crisis manteniéndose en sus niveles de facturación, pero sufriendo la desazón de un sector primario que poco a poco va dejando la actividad en busca de otro tipo de trabajos más rentables. De esta forma, Kalitatea Fundazioa, encargada de comercializar los productos con la citada etiqueta de calidad, registró en 2010 unas ganancias de 96,5 millones de euros por los 95 millones que había registrado el año anterior.

A falta de cerrar el presente ejercicio ya se conoce la tendencia que marca el mercado. Y parece ser que los productos de Eusko Label mantendrán su tendencia con algunos incrementos de producción en el huevo y el pollo de caserío así como en la lechuga. No obstante, habrá un retroceso considerable en el bonito del norte y en el atún rojo debido a la floja campaña de túnidos y las cuotas establecidas.

En los últimos años, el subsector que más ha sufrido ha sido el de la ganaderíaNo en vano, el cordero está descendiendo notablemente el número de sacrificios debido a que los costes no compensan los precios de venta, mientras que la carne de vacuno entró en 2010 en una situación de alarma por la misma razón, que llevó a una caída del 3% en el censo de productores. La lucha ha continuado este ejercicio con la formalización de la venta directa que da un rayo de esperanza a los profesionales.

En una situación similar se encuentran otros productos que se han visto afectados, sobretodo, por la crisis. Es el caso de la alubia pinta alavesa, los pimientos de Gernika y las guindillas de Ibarra, que han visto caer sus ventas debido a su alto precio en unos casos y su falta de implantación, en otros. Esto último sucede con la legumbre que vio cómo el año pasado descendía su producción y se recurría a la identificación de más producto como Euskal Baserri para darle salida en el mercado.

En positivo La cara positiva la han aportado otro tipo de productos como la miel, la leche o el tomate. De hecho, a pesar de que el número de productores descendió el año pasado en el caso del dulce líquido, las condiciones favorecieron una producción mayor que llevó a mejores ventas. En cuanto a la hortaliza, su consumo se ha consolidado poco a poco y, a pesar de que también ha habido un abandono de profesionales, esto no ha repercutido en la producción. Precisamente 2010 también se cerró como una excelente campaña para la patata alavesa en producción y calidad, pero esta circunstancia no llevó a que se pudieran identificar más kilos de la misma, aunque sí propició un mayor beneficio para el productor.

Lo mismo ha sucedido con la llegada de la lechuga y la sidra, los dos nuevos productos con Eusko Label que han tenido una buen acogida. La lechuga marca un cambio de hábitos de consumo hacia los productos preparados y, en cuanto a la sidra, se ha llegado a los 220 productores de manzana, 27 de sidra con Eusko Label -uno en Álava- y a los 886.720 litros certificados únicamente con manzana autóctona. Este éxito lleva ya a pensar en la ampliación del mercado de producto con distintivo de calidad a otros alimentos como el aceite de oliva virgen extra y la carne y elaborados de porcino.