laguardia. El Consejo Regulador de la DOC Rioja ha ofrecido el balance final de la vendimia 2011, valorando con gran satisfacción las magníficas expectativas de calidad que presentan los caldos recién elaborados, cuyo volumen total de producción ha alcanzado los 387 millones de kilos de uva, la cifra más baja desde 2002. De ellos, 77,8 han sido recogidos en Álava (70,64 millones de tinta y 7,21 de blanca), 268 en La Rioja y 41 en Navarra.
La excepcional salud de la uva recolectada ha sido una de las características fundamentales de esta cosecha, lo que ha favorecido que las fermentaciones se hayan desarrollado sin ningún tipo de incidencias, concitando la opinión generalizada de que los vinos obtenidos están bien estructurados, con buen color y muy sanos, cualidades que auguran vinos de alta calidad.
El 25 de octubre se vendimiaron las últimas uvas, con lo que los servicios técnicos daban por finalizada una vendimia que, como es tradicional, se ha prolongado durante dos meses, pues comenzó el 24 de agosto en las zonas más tempranas. Al igual que ha ocurrido durante todas las fases del ciclo fenológico, la vendimia ha venido adelantada y condicionada en su evolución por la meteorología de un año especialmente seco y con diferencia significativa entre los viñedos situados en zonas áridas no regables y aquellos ubicados en zonas frescas y regables.
Esta escasez de precipitaciones durante todo el ciclo ha tenido una incidencia importante en la limitación de la producción ya que, de acuerdo con las normas de vendimia aprobadas para este año, el potencial de producción que podía elaborarse en bodega alcanzaba los 460 millones de kilos de uva.
Sin embargo, el balance final ha arrojado 387,57 millones de kilos recolectados en las 62.125 hectáreas de viñedo productivo con que actualmente cuenta la denominación, lo que ha supuesto un rendimiento medio de 6.238 kilos por hectárea, el más bajo de los últimos años. De esta producción, la finalmente amparada por la marca ha sido de 383,03 millones de kilos (92,6%).
Según el informe realizado por los servicios técnicos del Consejo Regulador, la evolución del viñedo ha mantenido un excelente estado vegetativo y sanitario hasta el final del ciclo, gracias a que apenas ha sufrido la incidencia de daños por causas climatológicas, como heladas o tormentas, así como de plagas y enfermedades, lo que ha propiciado una evolución correcta de los parámetros más significativos para la calidad final y el excepcional estado sanitario de las uvas de la cosecha 2011.
Y ello, pese a que desde mayo se apreció en algunas áreas de Rioja Alta y Alavesa cierta irregularidad en el cuajado, lo que será positivo para la calidad de la uva, al quedar los racimos más pequeños, pero en general hay un buen cuajado, siendo la variedad garnacha la que presenta una mayor irregularidad.
Las precipitaciones acumuladas en el ciclo han sido significativamente inferiores a las de un año normal y la sequía durante los meses de julio y agosto ha afectado especialmente a los viñedos situados en secano, sin posibilidad de aportación adicional de agua, que sufren un estrés hídrico excesivo y en algunos casos desfoliación basal, condicionando su maduración. Aun así, a final de agosto el viñedo presenta de forma generalizada un buen estado sanitario y vegetativo, una evolución correcta y equilibrada de los parámetros más significativos para la calidad final, así como unas expectativas de producción moderadas.
Ya la última semana de septiembre se generalizó la vendimia en Rioja Alavesa, una campaña rápida, debido a las altas temperaturas y la ausencia total de lluvia, de forma que para el día 12 de octubre había entrado en bodega el 96% de la cosecha.
En conjunto, ha sido muy escasa la incidencia de daños en el viñedo por causas climatológicas, como heladas o tormentas, aunque sí ha resultado importante la escasez de precipitaciones durante todo el ciclo por su incidencia en la limitación de la producción. Tampoco ha resultado significativa la incidencia de plagas y enfermedades, por lo que una de las características fundamentales de las uvas de esta cosecha 2011 ha sido el excepcional estado sanitario con que se han vendimiado. Gracias a ello, la opinión generalizada es que los vinos obtenidos estarán bien estructurados, con buen color y muy sanos, lo que augura caldos de alta calidad.