laguardia. Rioja y Jerez se han sumado a otras trece regiones vinícolas de primer nivel internacional para reclamar una regulación que proteja los nombres geográficos de procedencia de los vinos y atienda la creciente demanda de los consumidores de veracidad en el etiquetado.

La iniciativa ha recibido el apoyo de renombrados chefs y sumilleres de todo el mundo en la reunión celebrada esta semana en Nueva York por los firmantes de la Declaración para la protección del origen y los nombres de procedencia de los vinos, una coalición formada en 2005 que ha doblado su tamaño desde entonces, dando la bienvenida a Rioja y a Long Island como nuevos miembros este año.

La declaración suscrita por las quince regiones vitivinícolas defiende que los nombres geográficos constituyen una herramienta fundamental para que los consumidores identifiquen los caldos en relación con las áreas específicas de las que provienen. En este sentido, en la reunión celebrada en Estados Unidos han reafirmado su compromiso de trabajar conjuntamente en la educación del consumidor y abogar públicamente por que se asegure que estos nombres son protegidos y respetados a nivel mundial.

"Las quince regiones que han liderado la declaración ponen de manifiesto la creciente demanda global de protección de los nombres geográficos", señala José Luis Lapuente Sánchez, secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja. "Cuando el nombre de una región vitivinícola es mal utilizado, es el consumidor el que más lo padece y quien desconfiará de la autenticidad de los caldos que compra y consume. Estamos trabajando con nuestros socios americanos, como Napa Valley y Oregon, para proteger nuestros nombres geográficos como se merecen. Estamos protegiendo así a los viticultores que cultivan las viñas, el territorio y el vino obtenido por los elaboradores, que durante años ha ido consiguiendo generar valor y reputación para el nombre de sus respectivas regiones", agrega.