Madrid/Vitoria. FCC estudia entrar en el sector de la biomasa con la construcción en Álava de una planta de este tipo de generación de energía de 20 megavatios de potencia. Esta instalación supondrá una inversión de entre 50 y 60 millones de euros. El proyecto se enmarca en la estrategia del grupo controlado por Esther Koplowitz de diversificar los negocios de su nueva división de energía, hasta ahora integrada por instalaciones eólicas, fotovoltaicas y termosolares. Con la irrupción en escena de esta corporación también se podría haber desvelado el nombre de la compañía encargada de ejecutar uno de los hitos principales que marcarán la actual legislatura en el marco de la gestión de la Diputación alavesa, ahora en manos del PP, que ya anunció que a lo largo de los próximos cuatro años se estudiará la implantación de una central que genere electricidad a partir de biomasa generada por la agricultura o el sector forestal. En cualquier caso, cabe recordar que con gobiernos populares, la citada empresa también ganó la adjudicación, por ejemplo, de la contrata del servicio de limpieza urbana y de recogida de residuos en la capital alavesa.
Sea como fuere, y según indica la agencia Europa Press, la planta, que está pendiente del cierre de la financiación, se acometerá en colaboración con socios locales y con el apoyo de las autoridades locales, probablemente, de la Diputación alavesa. Cabe recordar que fue la diputada foral de Medio Ambiente, Marta Ruiz, quien anunció que su Departamento "impulsará, en colaboración con el Gobierno Vasco, un proyecto piloto para crear una planta que genere energía mediante biomasa agrícola y forestal".
Por otra parte, el pueblo de Okina ha sido premiado en la feria Expobioenergía 2011 que se celebra en Valladolid por la implantación de un sistema que permitirá a los vecinos tener calefación en invierno y agua caliente en verano gracias a la madera comunal de sus bosques. Las elevadas facturas de gas propano del pasado invierno asustaron a los 21 vecinos de Okina, que pensaron en idear un sistema que aprovechara la madera comunal de los montes de la zona. La canalización de las calles ha costado 18.000 euros y la caldera y el triturador no superarán ese precio, por lo que por unos 35.000 euros los vecinos dispondrán de calefacción y agua caliente.