vitoria. El tijeretazo por las políticas de austeridad ha herido a los más débiles, a la clase trabajadora, en vez de a los causantes de la crisis económica, la banca. Así lo creen los indignados de Álava, agrupados en los movimientos Acampada Gasteiz y Democracia Real Ya, quienes bajo el lema No somos mercancía en manos de políticos y banqueros, pintado en el suelo de la plaza de la Virgen Blanca, exigieron ayer el abandono inmediato de los recortes sociales y laborales. Sus integrantes denuncian estas "reformas antisociales, que cargan todo el peso de la crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora, y que sólo generan más paro y que miles de familias pierdan la vivienda". Por eso, llaman a la ciudadanía a participar en la manifestación que han convocado mañana en la plaza de la Constitución, a las 19.00 horas. El recorrido acabará en la Virgen Blanca, donde se leerá un manifiest. Además, alrededor de las 21.00 horas se organizarán foros de debate para recoger las mejores propuestas a favor del cambio global.

"Será la primera vez en el mundo que se haga una revolución social al mismo tiempo", explicó Adriana Rodríguez, de Acampada Gasteiz. No en vano, además de Vitoria, la marcha se hará de forma simultánea en 79 países y 722 ciudades, 70 de ellas españolas. Y a ella se espera que sus participantes vayan con velas o linternas, como símbolo de la luz que se pretende aportar "a un sistema repleto de oscuridad". El objetivo es despertar conciencias. Un cambio de mentalidad, "del modelo consumista al de ser personas. Nos quieren imponer y nosotros luchamos por el ser", critican.

las medidas El principio de justicia fiscal, que consiste en que los que más tengan sean los que más contribuyan en los impuestos, sería la primera medida que los indignados proponen para el cambio. La segunda es el desarme de los mercados financieros a favor de un Nuevo Orden Financiero y Fiscal Internacional (NOFFI). Se pretende así frenar la especulación sin límites y poner en su lugar un tributo como el Tobin, que si tiene una tasa baja, en torno al 0,1%, podría penalizar las operaciones puramente especulativas a muy corto plazo entre monedas, y no a las inversiones.

También se quiere crear una potente banca pública, que podría estar formada por todas las entidadades financieras privadas que hubieran sido rescatadas con dinero público en los últimos tiempos. Otro de los objetivos es crear un tribunal penal internacional para los crímenes económicos contra la humanidad y el de acabar con los paraísos fiscales. Los convocantes de la concentración también proponen la realización de auditorías de la deuda pública con el fin de anular la parte ilegítima para así determinar la parte válida para su renegociación.