vitoria. La climatología no pudo comportarse mejor ayer en la capital alavesa con motivo del Día Mundial de las Aves. Sol y calor en pleno mes de octubre dieron la bienvenida a este evento impulsado por el colectivo BirdLife para divulgar el apasionante mundo de los pájaros así como sus problemas de conservación.
La cita ha adquirido ya importancia mundial en su objetivo de concienciar a la población sobre las amenazas que se ciernen sobre estas especies como consecuencia de la mano del hombre. Cómo no, las balsas de Salburua y el centro de interpretación de los humedales, Ataria, se convirtieron en el epicentro de las actos celebrados en Gasteiz. Allí se congregaron cientos de personas de todas las edades para participar en las actividades programadas, entre las que destacaron los talleres para aprender a construir nidos o identificar huevos y plumas.
El Día Mundial de las Aves, que también está coordinado por la Sociedad Española de Ornitología, aprovechó la conmemoración de esta jornada para denunciar la caza ilegal de aves migratorias.
Los humedales de Salburua son un lugar de paso para muchas de estas aves y, por ello, una multitud se acercó a este emplazamiento para responder al llamamiento del Centro municipal de Estudios Ambientales (CEA), encargado de dar forma a las actividades de las que se pudieron disfrutar.
A primera hora de la mañana, un monitor se encargó de introducir a los asistentes en la observación de aves y les mostró los ejemplares que durante esta época del año pueden verse en Salburua. La observación monitoreada se realizó desde una estación itinerante ubicada en la balsa de Betoño con el apoyo de material óptico y guías de campo.
Los asistentes pudieron participar también en un concurso de identificación de huevos y plumas de aves, aprendieron a construir cajas-nido y comederos para éstas e hicieron un recorrido ciclo-ornitológico en esta zona del anillo verde de la capital alavesa. Otro de los platos fuertes fue la estación de anillamiento, que enseñó al público esta técnica y permitió contemplar de cerca las especies capturadas.