Madrid. Las españolas no utilizan la píldora del día después como método anticonceptivo habitual y aunque, en general, no tienen dificultades para acceder a ella, los principales obstáculos los encuentran en los centros de salud y no en las farmacias. Estas son algunas de las conclusiones del primer estudio poblacional sobre uso y opinión de la píldora postcoital, promovido por la Sociedad Española de Contracepción, y dado a conocer ayer, cuando se cumplen exactamente dos años de la dispensación sin receta de la píldora.
A este respecto, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo no ver bien que la píldora postcoital se dé sin pasar por el médico, porque "lejos de beneficiar a las mujeres se les priva de una atención médica necesaria". También lamentó que esta píldora ponga "el acento solo en la responsabilidad de la mujer" en las relaciones sexuales, que son "cosa de dos" y en las que debería haber una "corresponsabilidad también de los varones". El estudio sobre el uso de la píldora, realizado por Sigma Dos, se llevó a cabo mediante entrevistas telefónicas a 6.200 mujeres de entre 14 y 50 años (periodo que corresponde con la edad fértil). Esta muestra es más que suficiente para obtener datos representativos a nivel nacional, según explicó el representante de la empresa, José Luis Rojo.
El 14,1% de las mujeres españolas ha utilizado alguna vez la píldora postcoital y su uso está asociado de forma mayoritaria a una situación de urgencia, fundamentalmente por algún problema con el método anticonceptivo utilizado (77,7%).
Así, un 65,3% de las encuestadas afirma haberla usado como consecuencia de haberse roto el preservativo. Y en un 96,7% de los casos no se ha abandonado el uso de métodos anticonceptivos habituales desde que la píldora está disponible.
Esto significa, según María Ángeles Gómez, presidenta de la Confederación Iberoamericana de Contracepción, que su uso no está ligado a mantener relaciones sexuales sin protección.
El presidente de la Fundación Española de Contracepción, Ezequiel Pérez Campos, señaló que los datos demuestran que la libre disposición de esta píldora es "positiva", que se trata de "una segunda oportunidad anticonceptiva" y que su utilización por parte de las españolas -similar a las mujeres de otros países de nuestro entorno- es "racional y sensata". La encuesta revela también que, en general, no se encuentran dificultades para acceder a ella, pues solo un 11,3% asegura haber tenido algún problema, principalmente al intentar obtenerla a través de algún servicio sanitario (40,7%). Además, el texto indica que el método anticonceptivo habitual de estas mujeres es el preservativo (59,2%).
Por comunidades autónomas, Andalucía, Cataluña y Madrid son donde más se utiliza, aunque es lógico pues son también las de mayor población femenina. No obstante, los datos señalan que la comunidad andaluza es donde más penetración tiene este método.
Esther De la Viuda, presidenta de la Sociedad Española de Contracepción, explicó que los datos del informe ponen de relieve que el mensaje de que la píldora es una "bomba hormonal" ha calado en la población. Asimismo, esta doctora explicó que la píldora "no es abortiva, ya que lo único que hace es impedir la fecundación" y, en caso de que ésta se llevase a cabo, habría implantación y gestación.
El 27,5% de las españolas que ha utilizado alguna vez esta píldora lo ha hecho durante los últimos 12 meses y, de ellas, casi el cien por cien, la han usado una sola vez. La farmacia es el lugar más frecuente para obtener la píldora (33,9%), seguida de los servicios de atención primaria (27,5%) y urgencias (23%).