vitoria. "Una tomadura de pelo cruel". Así califican los vecinos del Casco Viejo la última propuesta realizada por el Ayuntamiento gasteiztarra de reubicar el colegio Ramón Bajo en las dependencias de Fray Zacarías. Recuerdan que el traslado no sólo es inviable económicamente, ya que carece de partida presupuestaria, sino que supondría reducir el espacio con el que actualmente cuenta el centro a la mitad. Por ello, proponen utilizar el Palacio Escoriaza-Esquível.

La plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi, compuesta por una decena de colectivos vecinales y sociales, valoró ayer el encuentro mantenido la semana pasada con el consejo de administración de la Arich (Agencia para la Rehabilitación Integral del Casco Histórico), en el que se les trasladó la posibilidad de disponer del edificio en el que actualmente se encuentra ubicada la comisaría del Casco Viejo. Sin embargo, la propuesta no venía acompañada de una dotación económica, es decir, el Consistorio condicionaba el traslado a la aportación que hiciera el Gobierno Vasco, que es, a juicio del gabinete de Maroto, el que debe acarrear con los gastos de la reforma del edificio.

Es por ello el malestar que se ha generado en el colectivo, que reclama al Ayuntamiento que incluya "una partida presupuestaria para la nueva escuela". Pero aunque este dinero estuviera disponible, creen que Fray Zacarías no sería la ubicación más idónea, ya que pasarían de tener un edificio de 4.152 metros cuadrados a algo menos de la mitad, 1.924 metros cuadrados, poco espacio si se tiene en cuenta el aumento de matrículas que ha experimentado la escuela los últimos años. Por ello, insisten en reivindicar el Palacio Escoriaza-Esquível para el nuevo centro educativo.

Por su parte, el colegio del Casco Viejo abrió ayer sus puertas para mostrar las últimas obras que se han ejecutado en el edificio, y que a juicio de la plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi son dignas de figurar "en un libro de récords de mejoras surrealistas". Citan, por ejemplo, la reforma del frontón, donde se ha colocado una puerta metálica en pleno frontis. Por ello, instan al Ayuntamiento a que deje de poner "parches" de una vez por todas y proponga una solución definitiva.