Vitoria. Las distintas obras de mejora llevadas a cabo en Ramón Bajo no han servido para resolver los problemas que arrastra el colegio, que se ha quedado pequeño y viejo. Las familias llevan mucho tiempo demandando una solución y por fin el Ayuntamiento de Vitoria les ha hecho una propuesta. Está dispuesto a ceder el edificio de Fray Zacarías, donde actualmente se encuentra la comisaría del Casco Viejo, para ubicar la escuela. El ofrecimiento, sin embargo, llega con trampa. El traslado queda condicionado a la aportación que haga el Gobierno Vasco, que a juicio del Consistorio gasteiztarra debería colaborar en la reforma y adaptación de este edificio a su nuevo uso. Sin embargo, el plan de infraestructuras del Departamento vasco de Educación, ése en el que se detallan las actuaciones futuras en escuelas e institutos, no contempla ninguna partida presupuestaria para el centro gasteiztarra, de ahí que los padres teman que el proyecto quede en nada.
El anuncio de la cesión del inmueble se hizo ayer durante la reunión del Consejo de Administración de la Agencia para la Revitalización Integral de la Ciudad Histórica de Vitoria (Arich). A este encuentro acudieron, además de los grupos municipales, representantes de la dirección del colegio, de la asociación de padres y madres, así como de la plataforma Auzoan Hazi, Hezi, Bizi. Éstos expusieron la necesidad que tiene el barrio de contar con un nuevo colegio que sea, además, motor de la revitalización del Casco Viejo. Cabe recordar que la escuela, que escolariza actualmente a 178 niños, se ha quedado pequeña ante el incremento de demanda que ha experimentado durante los últimos años, y presenta, además, unas instalaciones obsoletas.
El Gobierno municipal dice compartir la opinión de este colectivo en cuanto a que el colegio cumple un papel "clave" en la regeneración del barrio. Por ello, ha decidido poner a su disposición el edificio de Fray Zacarías. Antes del traslado, sin embargo, el proyecto debe superar dos obstáculos. Un estudio de necesidades que determine si hay suficiente espacio y una partida económica con la que se costee la reforma del inmueble. Es en este último punto donde el Ayuntamiento va a pedir la colaboración del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, con quien se reunirá en breve.
Al igual que las familias, Bildu, formación que promovió la reunión de ayer, también teme que el traslado no prospere si el proyecto no va acompañado de dinero. Por eso insta a la Arich a que reserve de su presupuesto una partida para la adaptación de Fray Zacarías. "No podemos ir a la reunión con el Gobierno Vasco con las manos vacías, hace falta un plan y una dotación presupuestaria", señaló Itziar Amestoy.