vitoria. Nadie da duros a cuatro pesetas. Ni aquí ni en ningún sitio. Sin embargo, aún hay ciudadanos que creen en hadas y utopías y en la posibilidad de convertir en oro piezas de hojalata. De ahí que la aparición de timos y timadores se haya convertido en una circunstancia recurrente en este territorio histórico. En ese sentido, la última estafa de la que tienen constancia los servicios de seguridad que operan en la capital alavesa hace referencia a un clásico: el timo de los billetes tintados, ahora también conocido como de los nigerianos. Es la técnica que ha llevado a tres ciudadanos africanos ante el juez acusados de intentar hacerla efectiva para aligerar de peso la cuenta corriente de un empresario de la ciudad.
En concreto, tal y como indicaron a este diario fuentes de la Guardia Civil, agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial han procedido en las últimas fechas a la detención de tres súbditos cameruneses a los quese acusa de un delito de estafa en grado de tentativa. El relato de los hechos señala que a finales de agosto, un empresario gasteiztarra denunció ante la Benemérita que unas personas de origen africano le habían ofrecido la posibilidad de obtener una gran cantidad de dinero mediante un procedimiento que consistía en la obtención de billetes de curso legal a partir de un proceso químico. A partir de ahí comenzaron las investigaciones, que han concluido con el arresto de tres individuos subsaharianos cuando intentaban materializar la presunta estafa.
En el momento de la detención, se procedió a la intervención de un maletín. Éste contenía en su interior fajos de papel tintados de color negro, diversos botes con productos químicos, así como mascarillas y batas empleadas por los detenidos para dar mayor realismo y credibilidad al proceso de producir dinero de curso legal.
El modus operandi que caracteriza esta estafa explica que los presuntos autores se hacen pasar por hombres de negocios. Al parecer, los presuntos timadores localizan a la víctima, preferentemente, en el mundo empresarial. Tras ganarse la confianza de la víctima, le hacen una demostración de cómo duplicar dinero, mediante el uso de productos químicos y un papel especial tintado de negro. Una vez realizada la demostración, venden el referido papel, para que la víctima, realice el proceso, debiendo esperar un periodo de tiempo determinado para la obtención del dinero duplicado. La pretensión de los presuntos estafadores era realizar la venta del papel especial, los productos químicos necesarios y enseñar el proceso de la duplicación a cambio un 10% de la cantidad que se obtendría al finalizar el proceso. En este caso 250.000 euros. A cambio, esperaban obtener una cantidad aproximada de 2,5 millones de euros. Lógicamente, los tres detenidos pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos.
Timo de carácter recurrente Este tipo de timos acostumbra a aparecer cada pocos meses dada su efectividad. Las últimas detenciones de las que se tiene constancia, al menos, en la capital alavesa llegaron a lo largo del pasado mes de marzo. Entonces, dos hombres de 31 y 32 años fueron detenidos acusados de apoderarse de 5.600 euros mediante esta técnica criminal. La Ertzaintza fue alertada por un vecino de que tenía retenidas a dos personas en el interior de su empresa. Habían contactado con él alegando su interés en la compra de dos vehículos, que había puesto a la venta, y le habían estafado un total de 5.650 euros. Según relató, los arrestados concertaron una cita para "ultimar detalles" en la empresa de la víctima. Al encuentro, acudieron tres personas, una de las cuales se presentó como diplomático de un país africano interesado en la compra de varios vehículos. Los estafadores le indicaron que disponían de importantes sumas de dinero que sacaban de forma clandestina de su país de origen en forma de papel tintado.