vitoria. Cuando el calor estival empieza a perder fuerza y queda convertido en un rescoldo a mediados de septiembre, los ciervos se encargan en Álava de anunciar el otoño con sus portentosas gargantas, que braman incansables al sentir la llegada del celo. El inicio de la berrea de estos venados se puede adelantar o atrasar hasta un par de semanas, dependiendo de las primeras lluvias de septiembre, pero para finales de mes ya resuena con insistencia en el Parque Natural del Gorbea. El alboroto de las luchas, el estruendo de los bramidos, el golpear de las cuernas y las insistentes carreras, convierten este cortejo en el más esperado cada año por los aficionados a la observación de la naturaleza. Pero para que las hembras y machos de estos ejemplares puedan citarse en el bosque, la Diputación vuelve, como ya ha sucedido en años anteriores, a restringir el tránsito de vehículos en este entorno natural con el objetivo de facilitar el apareamiento de esta especie.
En concreto, la orden se prolongará durante 37 días, en los que desde ayer y hasta el 9 de octubre, ambos inclusive, queda prohibido el acceso motorizado a todas las pistas y caminos de toda la vertiente alavesa del Gorbea, con terrenos en los municipios de Zuia y Zigoitia.
Todo vale para preservar una de las especies más majestuosas de Álava, cuyo asentamiento en el Gorbea proviene de la reintroducción realizada a finales de los cincuenta con 14 ejemplares provenientes de Toledo. Una zona que se volvió a repoblar en 1981, con ejemplares procedentes de Cazorla. Los técnicos forales consideran que el veto a todoterrenos y personas impide la dispersión geográfica de esta especie, mejora su selección natural y minimiza así posibles perturbaciones externas. De hecho, según aseguran, la medida ha logrado, en todas sus aplicaciones, "resultados óptimos" que se traducen en una mejora de la especie y una reducción de los daños de la zona.
Unos motivos por los que también, a juicio del ente foral, se hace indispensable regular la berrea en esta nueva temporada. De ahí que la prohibición de circular por paseos en los que ésta se desarrolla no sólo afecte a los vehículos de motor. Todos los recorridos a caballo o a bicicleta, tanto los que se lleven a cabo de forma individual como colectiva, deberán contar con el visto bueno del Departamento foral de Medio Ambiente, que es el órgano gestor del Parque. Algo parecido sucede con los paseos a pie, en los que no habrá distinción si se hacen solos o acompañados, ya que todos ellos deberán hacerse por la Red General de Sendas sin poder abandonarlas en ningún caso. En ellos no podrá pasar ningún vehículo, porque, tal y como recuerda la Diputación, su tráfico por estas vías está vedado el resto del año.
Otra de las medidas para la protección de los ciervos es la obligación de comunicar todas las observaciones que se hagan de este espectáculo, uno de los más impactantes de la fauna salvaje. Así que todos los que quieran escuchar, grabar o fotografiar este rito de apareamiento necesitan la luz verde del Palacio de la Provincia.
Sólo unas pocas excepciones podrán campar a sus anchas por el Gorbea, siempre que sean específicamente autorizadas. Tal es el caso de la recogida de madera y leña para distintos usos, el aprovechamiento de terrenos para el pasto, investigaciones científicas con el correspondiente permiso, el control de la maleza y otros casos similares.
la franja Para que no queden dudas, Medio Ambiente ha delimitado el sector de la berrea. El norte será la divisoria entre Álava y Bizkaia, desde el término de Peñas de Arralde (Zuia) y el de Leizaranda (Zigoitia). Justo desde este último punto empieza la franja este, que se amplía por el pueblo de Murua hasta la pista de acceso a las canteras del Gorbeia.
El sur sería el perímetro comprendido en el borde inferior de las masas forestales del Gorbeia, situadas por encima de la carretera A-3610 y de la autovía que comunica Vitoria y Altube a través de la carretera N-622, en terrenos de los pueblos de Murua, Manurga, Zárate, Aretzaga, Markina y Sarria.
Respecto al perímetro del oeste, éste incluye la pista que discurre paralela al río Bayas, desde la localidad de Sarria hasta el término de Peñas de Arralde.