el mejillón cebra, responsable de una de las plagas más letales para los ríos y embalses alaveses durante los últimos años, podría tener sus horas contadas. Al menos, si los buenos augurios expresados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se cumplen en la práctica. Un informe elaborado por el organismo gestor de la Cuenca concluye que el empleo de biobalas, toxinas encapsuladas a tamaño microscópico para que sean ingeridas por la especie invasora, tiene "una gran efectividad" para eliminar al bivalvo en sistemas cerrados como las tuberías. La CHE realizó a mediados de mayo un necesario trabajo de campo con la colaboración de la Comunidad de Regantes de Mora la Nova (Tarragona) para elaborar este documento y, posteriormente, ha unido sus conclusiones a otros datos recopilados por la Universidad de Cambridge. Tras las pruebas de tratamiento, los investigadores llevaron a cabo un seguimiento de la efectividad de las biobalas mediante la inspección de los filtros instalados a lo largo de las tuberías tratadas y la proporción de especímenes de mejillón cebra muertos alcanzó el 100%.
El efecto de la toxina se comprobó en ejemplares de todos los tamaños, una gran noticia para las comunidades de regantes que en los últimos tiempos han visto dañadas sus instalaciones. En el caso de Álava, Oion, Lapuebla de Labarca y Baños de Ebro han sido tres de las localidades más afectadas por las plagas, sin contar con los efectos que ha tenido la especie sobre la captura de peces y cangrejos. No en vano, el molusco colonizador daña sus hábitats y compite por la misma alimentación de las especies más preciadas. El informe de la CHE destaca también la seguridad del método por la seguridad de su manejo, la no corrosión de las tuberías y la posibilidad de ser utilizado como un tratamiento rápido al final de la temporada de riego, lo que permite ahorrar en costes de operación y personal. Surge, de esta forma, como alternativa para los tratamientos químicos que hasta el momento han utilizado muchos afectados para acabar con la especie.
almeja asiática En las infraestructuras empleadas por los investigadores se detectó también la presencia de otro bivalvo invasor, la almeja asiática, por lo que la CHE también ha podido analizar el efecto de las biobalas en ella. Aunque la mortalidad del mejillón cebra fue más rápida, el resultado final alcanzó los mismos niveles de mortalidad en la almeja, según destacó ayer el organismo. Buenos cimientos para acabar con la sangría económica causada por estas especies. Se calcula que el mejillón cebra dejará unas pérdidas de 40 millones de euros en los ríos españoles de aquí a 2025.