vitoria. El volumen de viviendas iniciadas en la CAV sigue sin remontar el vuelo y continúa anclado en cotas que no se alcanzaban desde hace dos décadas. A la complicada situación que atraviesan los vascos para acceder a una vivienda sin comprometer en exceso su futuro se le une, desde hace tres años, el descenso generalizado de la construcción de vivienda y de los precios de los inmuebles, bajada que, en cualquier caso, no se produce de manera equitativa.

Así, según se desprende del último informe elaborado por el Observatorio Vasco de la Vivienda, el pasado año se iniciaron en la CAV 7.522 viviendas: 2.572 promovidas en el mercado libre y 3.950 de protección pública. Paradójicamente, en un momento en el que la construcción de vivienda vive sus horas más bajas desde comienzos de los años 90, el precio medio de los inmuebles, tanto en el mercado libre como en el protegido, mantienen el tipo y no acusan la parálisis en las nuevas edificaciones. De hecho, el precio medio de las VPO ofertadas en venta se sitúa, de media, sobre los 1.475 euros por metro cuadrado, cuando hace apenas diez años -en pleno apogeo del sector del ladrillo- su precio era, de media, cerca de 550 euros inferior.

En el caso de la vivienda protegida, la distribución geográfica dibuja un escenario similar al de años anteriores, con Álava copando gran parte del protagonismo y absorbiendo el 35% de las viviendas iniciadas, pese a ser el territorio histórico con menor número de habitantes. Bizkaia y Gipuzkoa, con el 33% y el 32% respectivamente, configuraron el pasado año el resto del parque de vivienda pública iniciada.

En lo que respecta al mercado libre, el informe del Observatorio Vasco de Vivienda revela que cuatro de cada diez viviendas comenzaron a cimentarse en Gipuzkoa, mientras que Bizkaia experimentó un retroceso del 23% y Álava -que acumula una mayor regresión desde que estallara el boom inmobiliario- perdió la confianza que años atrás depositaron los constructores en los suelos de la provincia. Así, sólo aglutinó a dos de cada diez viviendas iniciadas.

Este nuevo escenario, donde se edifica al ritmo de hace 20 años y lo poco que sale al mercado no resulta demasiado asequible a ojos de los ciudadanos, ha propiciado un cambio en el perfil de los vascos que se inclinan por acceder a las listas del Servicio Vasco de Vivienda (Etxebide). De hecho, según remarca el informe, de las 86.896 personas que en 2010 permanecían a la espera de conseguir un piso protegido, siete de cada diez correspondían a solicitudes individuales en donde el tramo de ingresos anuales de entre 3.000 y 9.000 euros aumentó de manera significativa respecto al año anterior.

Pese a que Álava y Gipuzkoa copan las primeras posiciones en el volumen total de viviendas iniciadas, Bizkaia es el territorio donde más proliferan los demandantes de VPO, que a finales de 2010 ascendían a 45.026 personas por las 30.033 de Gipuzkoa y las 11.837 de Álava. Respecto al nivel de ingresos anuales de los vascos apuntados en Etxebide, el informe detalla que seis de cada diez personas inscritas en el Servicio vasco de Vivienda contaban con una renta inferior a los 22.000 euros brutos anuales, mientras que un 24% ostentaba un salario de entre 22.000 y 35.000 euros brutos y un 5% rebasa esos ingresos sin llegar, en ningún caso, a superar los 45.500 euros brutos estipulados por el Gobierno Vasco para acceder a una Vivienda de Protección Oficial.

Paralelamente a este distanciamiento entre la oferta y la demanda de la vivienda en la CAV, los pisos de segunda mano se erigieron el pasado año como el único refugio de muchos vascos. De hecho, el numero de compraventas realizadas en este mercado se situó en 13.267 unidades, lo que representa un significativo aumento de casi el 67% con respecto al año anterior.