vitoria. Las empresas de seguridad del territorio deben hilar cada vez más fino para garantizar la seguridad de sus clientes. "Ésta es nuestra pelea de todos los días, porque los delincuentes cada vez están más preparados y conocen mejor los sistemas". Quien así se expresa es Paco Fernández de Alaiza, administrador de la firma Electro Alavesa, entre cuyas funciones se encuentra la provisión de sistemas de seguridad a empresas y domicilios para complicar al máximo la comisión de robos. Este profesional suma casi 35 años de experiencia en este campo y ayer no dudaba en calificar el suceso de Miñano Mayor como algo inédito en el territorio. "Es la primera vez que veo algo así", confesaba, en alusión al trágico destino del supuesto ladrón. Además, por uno u otro motivo, los sistemas de seguridad de la empresa no dieron la voz de alarma cuando se consumó el robo y el cadáver no fue encontrado hasta que los trabajadores accedieron a la empresa a primera hora del lunes.

Fernández de Alaiza advierte de que, en los tiempos que corren, "la seguridad siempre va en función de la inversión". Y en este contexto, "cada vez más empresas buscan nuevos sistemas que permiten reforzar la seguridad". Se trata de contratar, por ejemplo, equipos de análisis de imagen y sistemas triplicados de seguridad para que los delincuentes no puedan neutralizar elementos más básicos, como las alarmas, que de un tiempo a esta parte se han convertido en un elemento meramente disuasorio. Según sus cálculos, alrededor del 25% de las empresas alavesas ya habría comenzado a reforzar sus sistemas para hacerlos cada vez más complejos. El parque empresarial de Jundiz y el polígono de Goiain son, a su juicio, los puntos más calientes del territorio.